En cada comida, siempre es el mismo cuento: tu hijo se niega a comer las verduras de su plato, llora, tira la comida al suelo causando tu enojo y vuelves a perder la batalla. Es normal que los niños y niñas prefieran comer papas fritas, embutidos, pasta, chocolate y dulces e ignorar toda la alimentación verde como las espinacas, chícharos, brócoli y zanahorias.
Si estás en una situación parecida a la que te hemos descrito en anteriormente, aquí tenemos unos consejos que seguramente se volverán en tu arma secreta para que los pequeños del hogar coman todas las verduras que les ayudará a su crecimiento y sistema inmunológico.
10 consejos para hacer comer verduras a tus hijos
- Juega con los sabores
Es cierto que si tiendes a presentarle las verduras al vapor a tu hijo, es posible que no quiera tocarlas. ¿La solución para que las pruebe? Cocina a fuego lento con recetas adaptadas, sabrosas y deliciosas que le den ganas de comer. No dudes en variar las texturas y sabores, asar, freír, agregar salsas con sabores que él aprecie.
- Involúcralo
Lo ideal es mostrarle las diferentes verduras que estás cocinando e involucrarlo. Puedes explicarle qué verdura es, mostrarle las cáscaras, hacerle oler, hacerle tocar. Incluso mejor si tienes un huerto. Podrás ir a recoger verduras de la huerta con su compañía.
- Camuflaje
Para que tu hijo coma verduras de forma casual, debes sacar tu lado astuto y dominar el arte del camuflaje. Si al niño o la niña le gustan las patatas fritas, hazle patatas fritas con verduras (calabazas, zanahorias), prepara Nuggets de pollo con verduras o incluso tortitas con verduras.
- Empaniza las verduras
¿A tu pequeño le gusta el pescado empanizado? Podrías considerar la posibilidad de empanizar las verduras para hacer croquetas. Mezcla los ejotes con los huevos, la harina y el pan molido. Luego puedes freír y agregarle un poco de salsa de jitomate.
- Purés
Nada como hacer purés de colores para que tu hijo se sienta curioso de probar. Comidas que son fáciles de tragar, que permiten mezclar diferentes verduras: calabaza, zanahoria, chícharos o espinacas. Si notas que se resiste, adorna el plato con pedacitos de pan o jamón.
- Usa tu imaginación
Puedes dibujar una cara, una nariz con una zanahoria, ojos con chícharos. Inmediatamente es más visual y apetecible.
- Come lo mismo que él/ella
Si comes verduras, tu hijo querrá probar más lo que tiene en tu plato. Es importante que lideres con el ejemplo. Después de todo, él o ella querrá imitarla. Por lo tanto, durante sus comidas, da un lugar privilegiado a las verduras en el menú.
- Usa las manos
Dile adiós al tenedor y el cuchillo y dale paso a que tus manos disfruten de los chips de calabaza, palitos de pepino para mojar en salsa, brochetas de distintas verduras. Tu hijo apreciará la textura y se llevará la comida boca con mayor facilidad.
- Usa la “magia”
Si a pesar de todo, tu hijo rechaza las verduras, puedes sacar tu último recurso, encantando los platos, y asociando ciertos alimentos con virtudes mágicas. Por ejemplo: si el pequeño come sus espinacas será tan fuerte como Popeye, si se termina todas sus zanahorias tendrá una tez bonita.
En resumen, aprovecha los recursos, piensa en la serie que le gusta y lo que comen sus héroes y heroínas favoritos.
- Ir de compras con juntos
Acude a los departamentos de frutas y verduras con él, no dudes en hacerle pesar las cada una de las cosas que compras para mostrarle las variedades de verduras para que las absorba. Una vez en su plato se sentirá orgulloso de comer porque asociará el contenido con lo que vio en el supermercado.
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