Epilepsia: 8 cosas que debes saber para levantar el tabú sobre este trastorno

Gracias a los avances científicos, ha sido posible comprender mejor la complejidad del cerebro.

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Tabú sobre la epilepsia
Foto: Pexels

La epilepsia es un daño que resulta en una actividad eléctrica anormal en el cerebro, lo que conduce a las llamadas convulsiones “epilépticas”. Hay varias, pero su punto común es la excitación sincronizada y anormal de un grupo más o menos extenso de neuronas en la corteza cerebral. Afortunadamente, gracias a los avances científicos, ha sido posible comprender mejor la complejidad del cerebro y localizar el foco en el que se producen las convulsiones.

A pesar de ello, esta condición sigue siendo desconocida y levanta muchos tabúes dentro de la sociedad. Entonces, para estar más al tanto de este tema, aquí hay algunas cosas que debes saber sobre este padecimiento. 

8 cosas que debes saber sobre la epilepsia

  • No es una enfermedad

Si pensabas que la epilepsia era una enfermedad mental, detente de inmediato. En buenos términos científicos, es un trastorno neurológico que desencadena diversas convulsiones. La gran mayoría de las personas que la padecen no tienen problemas cognitivos ni psicológicos. 

Además, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) más de 6 millones de personas de una población de 850 millones de habitantes en 53 países padecen epilepsia. 

  • Existen distintos tipos de epilepsia

La mayoría de las veces, los ataques epilépticos se asocia con convulsiones. A veces es así, pero hay unas cuarenta. Los especialistas los dividen en dos grupos. El primero es para personas que están conscientes durante la convulsión y el segundo es para personas que pierden el conocimiento.

Las crisis de ausencia hacen que la persona se sienta vacía o que no responda. El paciente puede tener la impresión de estar en un “sueño despierto”. Es posible que ni siquiera se den cuenta de que se ha producido la crisis. 

Las crisis parciales, que las personas con epilepsia pueden recordar o no, se caracterizan por síntomas visibles: trastornos de la visión, del oído y del lenguaje, espasmos, hormigueo, entumecimiento de las extremidades. Durante las crisis tónico-clónicas, el cuerpo de la persona se pone rígido. El paciente pierde el conocimiento y a menudo cae hacia atrás. Sus músculos se contraen para provocar movimientos bruscos.

En general, cualquier persona con síntomas como fiebre, nivel bajo o alto de azúcar en la sangre, trauma cerebral o incluso en un período de abstinencia de alcohol o drogas puede estar sujeto a una crisis de una sola vez, sin que sea un acto de epilepsia. 

  • La epilepsia afecta a todos

A diferencia de otros padecimientos, la epilepsia no tiene edad, género o etnia. Afecta a todos y puede dañar tanto a los bebés como a los ancianos. Aunque las causas no se conocen del todo, su contracción, según los científicos, puede explicarse en particular por la genética o por ciertas malformaciones y lesiones de los cereales. Un ataque al corazón, una hemorragia o un tumor cerebral pueden causar convulsiones.

  • Accidentes cardiovasculares y el Alzheimer desencadenan epilepsia en adultos mayores

Las personas con Alzheimer son más propensas a la epilepsia y experimentan períodos breves de amnesia o falta de respuesta, en lugar de convulsiones físicas. Esto se debe a la muerte de sus células y al encogimiento de sus cerebros con la edad.

  • La evolución varía de persona a persona

Al igual que otros daños, el curso de la epilepsia varía de persona a persona. Mientras que algunos pueden recuperarse y suspender el tratamiento farmacológico, otros se ven afectados de formas mucho más graves y severas. Requieren más cuidados, tiempo e incluso medicación de por vida. Lo más importante es realizar un diagnóstico lo antes posible para poder ser atendido.

  • La epilepsia se puede controlar con tratamientos o cirugía

Afortunadamente, la epilepsia se puede controlar con medicamentos. Gracias a los avances científicos, actualmente los médicos disponen de más de 20 antiepilépticos con menos efectos secundarios. Según un estudio publicado en el National Library of Medicine (NIH), para aproximadamente el 60% de las personas con epilepsia, el primer medicamento recetado detiene las convulsiones con relativa rapidez. 

Por otro lado, la cirugía es posible para las epilepsias “resistentes a los medicamentos”  Sólo se puede aplicar si la región convulsiva se localiza mediante imágenes o encefalografía. Esta intervención consiste en tratar el foco epileptógeno en una zona concreta del cerebro. 

  • Tener convulsión no significa epilepsia

El hecho de que tu hijo haya tenido una convulsión no significa necesariamente que sea epilepsia. Si las convulsiones ocurren después de una fiebre, es probable que sean febriles y, a menudo, leves. Si, por el contrario, recibió un golpe en la cabeza, las convulsiones podrían ser uno de los síntomas de un traumatismo craneoencefálico. De ser así, debes consultar de inmediato.

  • No puedes detener un ataque epiléptico

Si alguna vez te toca ser testigo de un ataque epiléptico y no sabes qué hacer, ten en cuenta que no hacer nada es la mejor solución. Un ataque epiléptico viene y se detiene de forma inesperada y abrupta. Por lo tanto, no se puede hacer nada para detenerlo. Aquí hay algunas acciones que debes de evitar:

  • No transportar a la persona durante la crisis: a menos que esté en peligro inmediato (cerca de una carretera, en lo alto de una escalera, cerca de un cuerpo de agua, muy cerca del fuego o un radiador caliente)
  • No restringir sus movimientos y no intentar sentarlo: Antes de intervenir, deja que la persona se recupere y espera hasta que haya pasado el período de confusión.
  • No poner nada dentro de la boca: en especial los dedos. 
  • No dar medicamentos ni bebidas: hasta que la crisis haya pasado. 

¿En qué situaciones se debe de pedir ayuda?

  • La convulsión dura más de 5 min.
  • Si ocurre una segunda convulsión.
  • La persona se lastimó.
  • El paciente está visiblemente en mal estado.

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