Las películas, la música, las novelas, la historia y hasta nuestra propia familia ha fomentado la necesidad, la eterna búsqueda y la “única realidad” del amor romántico, ese que pregona que la mujer es frágil, tierna y sumisa, por lo que necesita quien la proteja, quien la tome de la mano para “ayudarla”, generando una subordinación que se ha normalizado a niveles graves, pues, “por amor”, se toleran violencias psicológicas, emocionales o hasta físicas.
De acuerdo con el psicólogo de la Universidad de la República de Uruguay, Jorge Cohen, la idea occidental del amor romántico viene del siglo XVIII, cuando se relaciona al amor con el matrimonio y así pasa a “predominar el vínculo afectuoso en la conformación de la pareja sobre las alianzas familiares”.
De principio no suena mal, suena a que comienza la elección en lugar de la imposición, sin embargo, explica el especialista, con esto también viene la idea de que el hombre y la mujer se unen por la necesidad de complementarse, pues se coloca a la mujer como indefensa y al hombre como fuerte.
Lo anterior lleva a una desigualdad entre el hombre y la mujer, una eterna sumisión o subordinación, así como a una necesidad impuesta sobre el amor de pareja, y cabe resaltar que también es un detonante de la violencia que ejerce la sociedad patriarcal.
Refuerzan los estereotipos
La socióloga feminista, Teresa Herrera, citada por la página de la Facultad de Psicología de la Universidad de la República de Uruguay, destaca que este concepto “está arraigado en las ficciones que transmiten los medios que refuerzan los estereotipos, pero también en la educación, en los cuentos tradicionales. Yo diría que este mito está casi en nuestro ADN”.
Es probable que más de una vez, al ser una concepción sociocultural arraigada, hayas difundido, creído o adoptado algún concepto o punto que forma parte del llamado amor romántico, por lo que aquí enumeramos cinco ideas relacionadas con ese tipo de amor que es momento de reflexionar para dejar atrás.
“El amor es para toda la vida”
Al estar en una relación se suele idealizar a la pareja, se le califica como “perfecta” y se asegura que se trata de un amor que será eterno, que podrá con cualquier dificultad y que debe aguantar lo que sea, por que se trata de el de “verdad”.
Lo anterior suele llevar al “eres mía” y al “va cambiar” o “me voy a quedar porque se trata del amor de mi vida”, que solo lleva a situaciones catastróficas.
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— Malvestida (@malvestida) February 9, 2021
La idea de la “media naranja”
De acuerdo Apuntes sobre la vigencia de los mitos románticos en la sociedad española, conferencia efectuada durante el Congreso Estatal Isonomía, el mito de la media naranja se basa en que elegimos a la pareja que ya está predestinada para nosotros y que de algún modo se trata de la única elección que existe.
Lo anterior podría llevar, detalla, a una tolerancia excesiva de abusos o a una exigencia sin precedentes, pues al creer que se trata de la pareja ideal se soportará más y también te esforzarás más.
“El complemento”
Históricamente se relacionó a la mujer y al hombre como complemento uno del otro, ya que uno poseía determinadas cualidades o realizaba predeterminados roles y el otro llegaba a complementarlo con las suyas.
Esto solo habla de la desigualdad, al reproducir estereotipos como que el hombre provee y la mujer es la encargada del cuidado de la casa e hijos, así como del olvido del amor propio, pues al creer que se está incompleto se va por la vida buscando ese “pedazo”, haciendo de lado el bienestar personal.
Una pareja es necesaria para que la vida tenga sentido
Se cree que solo si tienes “amor romántico” tu vida estará completa, tendrás todo lo que buscabas y puedes seguir viviendo como alguien “feliz”, esto no puede estar más lejos de la realidad, además de ocasionar frustraciones innecesarias.
“Uno tiene que estar bien con uno mismo y sostenerse como para poder generar un vínculo sano con el otro. Porque si el otro viene a complementar y falla o se equivoca, te vas a sentir vacío y limitado. También le estás asignando al otro un papel que no tiene”, explica la psicóloga y autora del libro Transformar la pareja, Roxana Gaudio Pereyra.
“Si no me cela, no me quiere” “Es normal que el amor duela”
La violencia contra las mujeres se ha vuelto tan común que se situó dentro de un concepto distorsionado de “amor”, en donde es necesario sufrir, ser controlada y limitada para que sea amor de verdad.
Es una idea tan arraigada que se acepta sin más y se cree que si se soporta solo significa una relación más fuerte. Este punto puede llevar directo a la violencia física, sexual, mental, económica, por lo que tiene que ser eliminado dentro de cualquier relación.
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