Reducir el dolor menstrual, promover el sueño reparador, eliminar el dolor de espalda o la migraña, ¿y todo esto desde tu cama? Bueno, adivina qué, el yoga con almohadas existe. Esta forma “divertida” de practicarlo sería una buena técnica para relajar tu cuerpo y tu mente, con un mínimo de esfuerzo.
A diferencia del yoga “tradicional”, no hay necesidad de equipo o habilidades en términos de flexibilidad. Con la ayuda de tu cojín, descubre las posturas que te permitirán relajar tu cuerpo desde la cama.
10 posturas de yoga con almohadas para hacer en la cama
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Postura del niño
Arrodíllate y pon tus manos frente a ti, sobre tu colchón, como si te estuvieras estirando. Coloca una almohada entre las piernas y, mientras exhalas, baja el trasero hacia los talones y descansa el torso y la cabeza sobre la almohada. Durante varias respiraciones lentas, relaja los músculos.
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Postura de “liberación de los vientos perversos”
Acostado boca arriba, inhala y lleva una de tus rodillas al pecho. Envuelve la rodilla con tus brazos. Mantén la posición durante aproximadamente 8 exhalaciones e inspiraciones antes de cambiar a la otra pierna.
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Pose del conejo
Comienza como con la postura del niño. Luego levanta los glúteos haciendo rodar tu cabeza sobre el colchón. Tus manos están cerca de tus espinillas, y si puedes hacer eso, incluso puedes agarrar los talones.
Para hacer que este movimiento sea dinámico, cruza las manos sobre la parte superior de la cabeza como un giro hacia adelante. Mantén la postura durante algunas respiraciones. Éste es un poco más técnico, te lo garantizamos.
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Postura de la mariposa reclinada
Sobre tu espalda, lleva las piernas dobladas hacia ti. Coloca una almohada debajo de los muslos y una almohada adicional detrás de la cabeza si lo deseas. Pon tus manos sobre tu vientre, cierra los ojos y concéntrate en tu respiración. Relajación garantizada antes de dormir o para empezar el día con tranquilidad.
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Postura de la vela
Apoya las piernas contra la pared junto a la cama, manteniendo los hombros y la espalda planos. Mantén la posición de 5 a 15 minutos si te sientes bien.
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Pose del pez
Acuéstate y coloca los brazos debajo del cuerpo, con las palmas planas. Levanta el pecho al inhalar y coloca la parte posterior de la cabeza sobre el colchón. Respira varias veces. Ten cuidado, la cabeza no debe soportar ningún peso, es esencial para la relajación total.
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Postura de giro reclinado
Sobre la espalda, dobla las piernas en un ángulo de 90 grados y déjalas caer hacia un lado. Desliza una almohada entre los muslos, extiende los brazos y gira la cabeza hacia el lado opuesto de las piernas. Cierra los ojos y concéntrate en tu respiración. Haz lo mismo en el otro lado.
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Postura del arado
Acostado en la cama, coloca las manos detrás de la espalda y balancea lentamente las piernas detrás de la cabeza. Mantén la posición durante unas 5 respiraciones. Vuelve lentamente a una posición acostada.
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Postura del gato
A cuatro patas, arquea la espalda al inhalar y debes redondearla al exhalar. La cabeza también debe seguir el movimiento. Repite la operación varias veces.
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Postura del zapatero recostado
Con la espalda recta, junta los pies como si estuvieras sentado, pero aquí estás acostado. Coloca una mano sobre el pecho. Concéntrate en tu respiración.
Un último consejo: para relajarte aún más, puedes poner una playlist de yoga o meditación, o una recopilación de ruidos blancos (cascada, olas, lluvia, etc.), tú decides. Además, haz estos ejercicios por la mañana para empezar bien el día o por la noche si quieres dormir mejor.
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