Cuando pensamos en salud mental, a menudo lo relacionamos con enfermedad mental, pero ésto no se trata sólo de la ausencia de una enfermedad mental, sino que abarca nuestro bienestar psicológico, emocional y social, en pocas palabras, nuestra energía mental.
Nuestra energía mental juega un papel en cómo pensamos, actuamos, sentimos, tomamos decisiones y nos relacionamos con los demás, y es un componente clave de nuestra salud física y calidad de vida. Cuidarse es importante para mantener la cordura.
¿Qué significa cuidarse a sí mismo?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el autocuidado como “la capacidad de las personas, las familias y las comunidades para promover la salud, prevenir enfermedades, mantenerlas y hacer frente a las enfermedades y la discapacidad con o sin el apoyo de un proveedor de atención”.
En pocas palabras, cuidar de uno mismo es tomarse el tiempo para hacer las cosas que nos ayudan a vivir bien y mejorar nuestra salud física y mental. Cuidarnos puede ayudar a controlar el estrés, aumentar la energía y reducir el riesgo de enfermedad. Incluso pequeños cambios en la rutina diaria pueden ayudar; cuidar de sí mismo no tiene por qué costar una fortuna o tomar mucho de nuestro tiempo.
Aquí hay 10 formas sencillas de cuidar la energía mental
- Mantenerse activo
El ejercicio regular no sólo es bueno para el corazón, sino también para la mente. Se ha demostrado que con 30 minutos de actividad física al día, mejoran el estado de ánimo al liberar sustancias químicas en el cerebro que nos hacen sentir bien.
Hacer ejercicio no sólo significa ir al gimnasio o practicar deportes; la jardinería, un paseo por el parque o las tareas del hogar también pueden ser una buena forma de mantenerte en movimiento. Las pequeñas sesiones de actividad se acumulan, así que no te desanimes si no puede hacer 30 minutos seguidos.
- Comer bien y mantenerse hidratado
Al igual que nuestro cuerpo, nuestro cerebro necesita una mezcla de nutrientes para mantenerse saludable y funcionar correctamente. Llevar una dieta sana y equilibrada y tomar suficiente agua puede ayudarte a estar con energía, concentrado y de mejor humor durante todo el día.
La alimentación saludable debe incluir:
- Una variedad de diferentes frutas y verduras
- Cereales o pan integral
- Productos lácteos
- Nueces y semillas
- Pescado aceitoso
- Mucha agua.
Asegúrate de comer al menos tres comidas al día, beber mucha agua y evitar consumir demasiadas bebidas azucaradas o con cafeína como café o refrescos.
- Dormir lo suficiente
La falta de sueño puede afectar a tu salud mental, ya que puede provocar problemas psicológicos y emocionales. Trata de establecer un horario de sueño, dándote al menos 7 horas de sueño y cúmplelo, incluso los fines de semana.
Se ha descubierto que la luz azul creada por nuestros dispositivos y pantallas suprime la liberación de melatonina, la hormona del sueño por parte del cuerpo. Así que asegúrate de apagar los dispositivos al menos una hora antes de acostarte.
- Establece metas alcanzables
Establecer metas y áreas en las qué concentrarse puede ser una excelente manera de mantenerse motivado. Sin embargo, es importante tener metas que puedas alcanzar de manera realista. Prioriza lo que debe hacerse ahora y lo que puede esperar, y escribe los pasos necesarios para lograr los objetivos. Apunta alto, pero ten en cuenta cuándo decir “no” a nuevas tareas o actividades si comienzas a sentirte abrumado o abrumada.
Al final de cada día, trata de concentrarte en lo que lograste, no en lo que no pudiste hacer. Seguro que experimentarás una gran sensación de logro y confianza a medida que avanzas hacia tus metas.
- Tomar un descanso
A veces, un cambio de escenario o de ritmo puede ser beneficioso para nuestra energía mental. Ya sea que se trate de un almuerzo en el trabajo, una caminata de cinco minutos por el vecindario o incluso un fin de semana con amigos, todos necesitamos tiempo y espacio para respirar.
Incluso unos pocos minutos de soledad pueden ser suficientes para desestresarte, así que tómate un tiempo para concentrarte en “ti mismo”. Es posible que necesites una carrera rápida, un programa de televisión o una siesta corta. No temas escuchar a tu cuerpo y darle lo que necesita.
- Haz las cosas que te gustan
Todos tenemos un pasatiempo en el que prosperamos. Afortunadamente, hacer las cosas que amamos puede mejorar nuestro estado de ánimo y, por lo tanto, nuestra salud mental al aumentar las endorfinas.
- Practica la gratitud
A veces puede ayudarnos a recordar las cosas buenas que tenemos en nuestra vida. Se ha descubierto que la práctica de la gratitud ayuda a reducir el estrés y mejora la autoestima. Tómate un momento cada día para recordarte las cosas por las que estás agradecida. Haz una lista de estas cosas o revísalas en tu mente.
- Enfócate en lo positivo
Los obstáculos y desafíos son parte integral de la vida. Si bien puede ser difícil, cuando te enfrentes a un problema, trata de concentrarte en los aspectos positivos, sin importar cuán pequeños o insignificantes puedan parecer. Por ejemplo, si un amigo cancela tu cita, en lugar de concentrarte en la frustración o decepción, piensa en cómo te das el tiempo para relajarte o hacer otra actividad que disfrutes.
Esta técnica puede ayudarte a identificar patrones de pensamientos negativos o innecesarios que puedas tener y desafiarlos. A veces, un simple cambio de percepción puede ayudarte a encontrar el lado positivo.
- Mantente conectado con tus seres queridos
Cuando luchas con tu salud mental, a menudo tiendes a aislarte de tus amigos y familiares. No obstante, son estas personas sólidas las que pueden ayudarte a sobrellevar lo que está pasando. Los seres queridos pueden ofrecer diferentes perspectivas sobre lo que está pasando y pueden compartir apoyo emocional y ayuda práctica.
No dudes en comunicarte con tus amigos o familiares para hablar sobre lo que está pasando. Si no puedes reunirte en persona, llámalos o envíales un mensaje.
- Pide ayuda cuando lo necesites
Si tienes problemas para controlar tu energía mental, no dudes en buscar ayuda. Nadie es sobrehumano y todos necesitamos una mano amiga a veces. Como mencionamos anteriormente, no dudes en comunicarte con tu familia o amigos para obtener apoyo o un oído que te escuchen.
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