Durante un episodio de ansiedad, mientras la mente comienza a invadirse por pensamientos negativos sobre el pasado o futuro, las personas tienden a hiperventilar ante el estado de alerta.
Estas respiraciones cortas, apresuradas y constantes, causan que entre al organismo más oxígeno del necesario, lo que puede derivar en mareos, visión borrosa, sensación de ahogo opresión en el pecho.
La salud mental también es salud ☝✨
Recomendaciones de la OMS para controlar el miedo y la ansiedad durante la pandemia de #COVID-19: pic.twitter.com/LCBMpMqqrm
— pictoline (@pictoline) March 24, 2020
Cómo contribuyen los ejercicios de respiración
La Clínica para la Ansiedad, explica a través de su página web, que, aunque las técnicas de relajación, por medio de una respiración consciente, no son suficientes por sí solas para controlar como tal este problema, sin embargo, son efectivas al momento de reducir o prevenir la “sobre-activación fisiológica” que se produce por la ansiedad.
Además de que implementando estas técnicas regularás tu entrada de oxígeno, también contribuirán a que tu mente no se centre en pensamientos que agravan el problema, pues comenzará a focalizarse en la respiración.
👂El uso de la bicicleta 🚴, que se fomenta en las Vías Recreativas, reduce
👉 Estrés
👉 Ansiedad
👉 depresióna la vez que mejora la aptitud cardiorrespiratoria ✅ pic.twitter.com/6SP3blTU1l
— OPS/OMS México (@OPSOMSMexico) April 28, 2021
Otra ventaja de realizar estos ejercicios es que los puedes llevar a cabo en cualquier sitio que lo requieras, pues no necesitas ningún tipo de equipo o de ropa en específico.
Respiración diafragmática, abdominal o profunda
Mayo Clinic detalla que mediante esta se pueden reducir de manera eficiente los niveles de estrés. Para llevarla a cabo requieres ponerte en una posición cómoda, cerrar los ojos, y comenzar a poner atención en tu respiración.
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- Comienza a inhalar lentamente por la nariz dejando que tu abdomen se llene de aire; exhala también por la nariz relajando todo tu cuerpo.
- Coloca una mano en tu vientre y la otra en el pecho. Siente como al inhalar y exhalar estas áreas suben y bajan.
- Una vez que comiences a controlar de mejor manera tu respiración, enfócate en lograr que el abdomen, al realizar el proceso de entrada y salida de aire, sea el que se mueva más que el pecho.
- Para esto inhala profundamente por la nariz e intenta llevar el aire a la parte superior de la garganta e intenta que esta bocanada baje hacia tu abdomen.
- Inténtalo con calma, después de varias subidas y bajadas podrás notar como tu cuerpo se adecua a este modo de respiración.
- Realízalo durante varios minutos, hasta que notes que el sentir como tu abdomen sube y baja y concentrarte en esta respiración, vas alcanzando la relajación.
Cabe destacar que este tipo de respiración sí la realiza el organismo de manera automática de acuerdo con los procesos fisiológicos, no obstante, lo que se debe practicar es el poder realizarla de manera consciente, explica la Clínica de la Ansiedad.
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