Si bien trabajar desde casa tiene muchas ventajas, una de las mayores desventajas es no poder desconectarse de las obligaciones completamente. Obviamente, trabajar 24/7 solo porque tu oficina está a dos pasos de tu cama no es saludable y necesitas despejar tu mente.
Desapegarte del trabajo y descansar realmente es importante para tu bienestar y, aunque no lo parezca, para que te mantengas comprometido laboralmente. Si te la pasas “como maquinita” día y noche, es lógico que te hartes de todo en pocas semanas y quieras renunciar.
Para evitar llegar a los extremos, aquí hay algunas estrategias que te ayudarán a despejarte del trabajo y disfrutar tu tiempo de descanso.
Si soñaste durante mucho tiempo con hacer home office, pero ahora las cosas no están saliendo como lo esperabas, al grado que estás sufriendo más estrés que cuando ibas a la oficina, es momento de que te hagas de algunos hábitos matutinos. https://t.co/Kjv106mhx7
— ViBE TV (@ViBETVmx) April 24, 2021
Canaliza tu energía en otra cosa
Seguramente sabes bien lo complicado que es no pensar en el trabajo, pero es momento de que lo hagas. Para ayudarte, lo mejor es canalizar tu energía en una actividad entretenida y que te haga feliz, como hacer ejercicio, tomar una clase (de inglés, pintura, cocina), leer un libro o ver una serie.
Haz un pequeño plan
¿Cómo terminas tu jornada de home office? ¿Cierras todas las pestañas abiertas de tu computadora, la apagas y “te vas”? Hay una mejor manera de culminar el día para darle a tu cerebro el descanso que merece: escribe un pequeño plan sobre cómo terminarás las tareas incompletas al otro día.
“Cierra” la oficina
Sabemos que te es sencillo resolver “rápido” un problema de trabajo si tienes tu oficina a la mano (es decir, tu computadora). Esto es bueno en emergencias, pero, para evitarlo el resto del tiempo, lo mejor es quites de tu vista los materiales laborales (guárdalos en una caja si es necesario).
Cámbiate de ropa
Así como es recomendable que te bañes y arregles antes de comenzar tu home office, también lo es que te cambies de ropa (a una más cómoda, como la pijama) cuando terminas. Esta es una manera en la que tu cerebro entenderá que es momento de relajarse y olvidarse de los pendientes.
El home office no tiene por qué convertirse en una pesadilla para ti, así que comienza poniendo en práctica estos tips y disfruta de tu descanso.
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