¿Quieres lucir una piel sana y radiante? Aplica este masaje japonés que trabajará con los canales linfáticos de tu sistema inmunitario, eliminando todas las toxinas e impurezas que se acumulan durante el día o la noche en tu cutis.
Puedes realizar este masaje japonés en cualquier momento del día, aunque lo ideal es repetirlo por la mañana cuando recién te levantas o bien en la noche antes de acostarte para remover las células acumuladas.
Beneficios del masaje japonés
Además de que te ayudará a lucir un cutis fresco y renovado, el masaje japonés evitará la aparición de arrugas en tu piel por más tiempo, y hará que, las que ya existen, se noten menos. Además, este masaje te ayudará a emparejar el tono de tu piel, disminuyendo la inflamación de bolsas y ojeras, y reafirmando la piel flácida.
Masaje japonés en 10 pasos
- Calienta tus manos y masajea suavemente tu rostro desde las sienes, bajando hasta las clavículas, para empezar a eliminar toxinas e impurezas.
- Con ambas manos masajea desde el centro hacia los costados de tu frente, bajando de nuevo hasta las clavículas. Este paso ayudará a atenuar las líneas de expresión.
- Masajea tus ojos de afuera hacia adentro y de adentro hacia afuera, esto te ayudará a desinflamar las bolsas en las ojeras y el contorno de los ojos.
- Masajea la comisura de los labios con ambas manos –otra zona donde se acumulan las arrugas-, en forma circular, de la barbilla a la nariz y viceversa.
- Masajea la nariz siguiendo el contorno de tus orificios nasales, luego apriétala con ambas manos, desde las mejillas hasta el tabique nasal.
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6. Masajea desde la barbilla hasta el arco orbital (lado interior de tus ojos) y baja por tus sienes y clavículas. Haz presión con tus dedos.
- Sostén tu cara con una mano, mientras presionas con la otra en diagonal, desde la mandíbula hasta el ángulo interno del ojo y luego hacia las sienes y canal linfático. Repite con el otro lado.
- Con los dedos índice y mayor, en forma de pinza, presiona desde la barbilla hacia la parte superior de la mandíbula y baja hasta la clavícula.
- Con ambas manos forma un aro y presiona tu rostro desde el centro hacia los lados, con esto harás un lifting manual.
- Realiza ligeros movimientos ascendentes para tonificar el cuello y la zona de la papada.
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