El estrés puede afectar nuestras vidas de muchas maneras, pero no solo hay una forma de estresarse
El estrés es un conjunto de reacciones físicas y mentales que la persona sufre cuando se ve sometida a diversos factores externos que superan su capacidad para enfrentarse a ello.
El trabajo, la incertidumbre, cuestiones sociales, las relaciones personales, la violencia, la situación económica, entre muchos otros factores pueden derivar en estrés.
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos resalta que el estrés es una reacción del cuerpo ante un desafío o demanda, y que pequeños episodios son normales e incluso pueden ser positivos, por ejemplo, si ayudan a evitar un peligro.
Sin embargo, cuando este se ha vuelto algo común, que incluso impide que realices de manera adecuada tus actividades diarias, entonces se trata de un serio problema que puede afectar la salud.
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Existen distintos tipos de estrés, de acuerdo con la American Psychologycal Association, estos son algunos:
Estrés agudo
Es el estrés que se presenta más comúnmente y deriva de exigencias y presiones del pasado reciente y del futuro cercano. En pequeñas dosis este tipo de estrés que es a corto plazo puede ser emocionante, no obstante, cuando la dosis es intensa es agotador, y puede causar agonía psicológica, dolores de cabeza tensionales, malestar estomacal, sobreexcitación pasajera, entre otros síntomas.
El estrés agudo se presenta comúnmente en las personas, y se trata de una situación tratable y que se puede manejar.
Estrés agudo episódico
En este caso el estrés agudo aparece con frecuencia, con síntomas característicos de una agitación prolongada como dolores de cabeza persistentes, migrañas, dolor en el pecho, hipertensión e incluso enfermedades cardíacas.
Se destaca que las personas que presentan este tipo de estrés parecen estar siempre apuradas, con muchas responsabilidades y frente a una gran cantidad de exigencias que se imponen a ellos mismos y que no pueden controlar.
“Suelen describirse como personas con ‘mucha energía nerviosa’. Siempre apuradas, tienden a ser cortantes y a veces su irritabilidad se transmite como hostilidad”, destaca la asociación.
Estrés crónico
Se trata de un estrés agotador que está presente diariamente, afectando cuerpo, mente y por ende la vida de quien lo padece. Algunas causas de este puede ser un empleo que se detesta, un matrimonio fallido, una situación económica mala, situaciones traumáticas de la niñez o experiencias que afectan profundamente la personalidad.
“El estrés crónico surge cuando una persona nunca ve una salida a una situación deprimente. Es el estrés de las exigencias y presiones implacables durante períodos aparentemente interminables. Sin esperanzas, la persona abandona la búsqueda de soluciones”, señala.
Las personas, debido a la insistencia con la que aparece, pueden acostumbrarse al estrés crónico, y este puede ser tan grave que deriva en el suicidio o la violencia, pues quien lo padece se desgasta a tales niveles que alcanzan crisis nerviosas fatales.
Se trata de una situación que se puede atender a través de tratamiento médico y terapia, por lo que si se detecta es necesario acudir con un especialista de la salud mental.
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