Dior es otra de las marcas que ante la pandemia optó por probar nuevos medios para dar a conocer su trabajo, y ahora transformó lo que estaba pensado para ser una pasarela para presentar la colección Otoño-Invierno en una increíble casa de muñecas con las que el cineasta Matteo Garrone hizo magia.
El cambio de las pasarelas a las películas de moda es una tendencia que venía en aumento antes de la pandemia, pero la crisis sanitaria aceleró esta tendencia como una de las últimas alternativas como Dolce & Gabbana y Dior.
Precisamente para la presentación de esta colección, la diseñadora Maria Grazia Chiuri se alió con el director de Gomorra, Matteo Garrone, para recrear su El cuento de cuentos, una cinta estrenada en 2015 protagonizda por Salma Hayek.
Del desfile al bosque mágico
El verdadero El cuento de cuentos fue escrito por Giambattista Basile y es una colección de tres relatos fantásticos que en este 2020 le sirvieron de pretexto a Dior para presentar su colección Otoño-Invierno en un increíble cortometraje.
En su canal oficial se puede encontrar el adelanto del cortometraje de Dior titulado de forma homónima, donde Garrone usó los vestidos como los personajes centrales del relato cinematográfico que recreó casi en miniatura.
De acuerdo con el El Heraldo de Aragón, el detalle de hacerlo de este tamaño obligó a los expertos de Dior a escalar los vestidos a tamaño de muñecas para que el cineasta italiano pudiera llevar a cabo su visión, tal como se observa en el material compartido también en su página web.
De las pasarelas a los cortometrajes
Chiuri hizo un trabajo completo de producción cinematográfica infantil al covertir los increíbles diseños de Dior en versiones miniaturas que ahora protagonizan un cortometraje, en una combinación de disciplinas que parece que llegó para quedarse.
Los films de moda prometen ser la tendencia de la industria, principalmente por el incierto futuro de los eventos públicos, pese a las medidas preventivas, y ante el riesgo de un rebrote de COVID-19 en zonas con reactivaciones económicas.
Los primeros experimentos que se hicieron “improvisadamente” en los desfiles de moda más importantes resultaron un éxito, aunque también fue un ejemplo más de lo complicado que es adaptarse a disfrutar de eventos públicos… sin público.
Con información de El Heraldo de Aragón