Entre la contaminación, el frío, el estrés y el sol, la piel de nuestro rostro se pone a prueba. Por lo tanto, necesita que la mimen. Para ello, no es necesario comprar productos caros, sobre embalados y de composición cuestionable, pues puedes hacer tus propias mascarillas caseras con ingredientes que seguramente ya tienes en tu hogar.
¿Por qué realizar tus mascarillas caseras o cualquier tratamiento?
Hacer tus propios tratamientos cosméticos en casa tiene muchas ventajas, tanto para el medio ambiente, la salud y también para tu bolsillo. Al hacer tu propia mascarilla facial casera, tú:
- Reduces el desperdicio evitando comprar productos empaquetados
- Gastas menos porque las mascarillas caseras son económicas y se pueden hacer con muy pocos ingredientes básicos
- Adaptas tu atención a las necesidades actuales y utilizas lo que tienes en casa
- Usas tratamiento con una composición 100% natural
- Mantienes el control de los ingredientes que aplicas en tu piel, según lo que necesites
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— ViBE TV (@ViBETVmx) June 25, 2021
Los cosméticos convencionales a menudo se envasan en plástico y cajas de cartón. Algunas mascarillas incluso son desechables y vienen en forma de tela empapada en producto, todas vendidas en una bolsa de plástico.
Para reducir tus residuos en el baño y cuidar el planeta, los productos sólidos y la cosmética casera son por tanto una alternativa ecológica y divertida.
¿Para qué sirve una mascarilla?
La aplicación de una mascarilla facial de forma regular ayuda a la piel a eliminar pequeñas imperfecciones como la grasa y los puntos negros, y ayuda a combatir la opacidad. Es un paso imprescindible para una rutina facial completa y eficaz.
Una mascarilla te permite:
- Destapar los poros
- Nutrir la piel
Hay muchos tipos de mascarillas. Al hacerlas en casa, podrás elegir y adaptarla según tu tipo de piel y tus necesidades. Una mascarilla casera puede ser:
- Hidratante
- Nutritiva
- Purificadora
- Iluminadora
- Reafirmante
6 mascarillas caseras
- Facial purificante
Esta mascarilla purificante se adapta perfectamente a las pieles propensas al acné y a las imperfecciones. Deberás mezclar yogur natural y dos gotas de aceite esencial de árbol de té.
El yogur tiene propiedades hidratantes y antioxidantes que promueven la cicatrización y la renovación celular al tiempo que previenen el envejecimiento de la piel.
El aceite esencial de árbol de té tiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias muy interesantes para pieles propensas al acné.
- Mascarilla purificante
Esta mascarilla es especialmente adecuada para pieles grasas, ligeramente unificadas y con tendencia a brillar. Deberás de mezclar dos cucharadas de arcilla verde en polvo, una cucharadita de aceite vegetal de jojoba y dos gotas de aceite esencial de limón.
La arcilla verde es absorbente, limpia la piel y ayuda a eliminar el exceso de sebo y las impurezas.
El aceite de jojoba tiene propiedades equilibrantes y regeneradoras, regula el sebo y la piel no grasa
El aceite esencial de limón es antiséptico y rico en vitamina C.
- Mascarilla facial calmante
Si tienes la piel sensible que tiende a ruborizarse fácilmente, esta mascarilla es para ti. Necesitarás una cucharadita de gel de aloe vera y dos cucharaditas de miel.
El aloe vera es hidratante y rico en vitamina E. Calma y ayuda a la cicatrización.
La miel, mientras tanto, es hidratante y calmante.
- Mascarilla facial hidratante
Para pieles secas que necesitan una buena dosis de hidratación, esta mascarilla aporta confort y suavidad. Tendrás que mezclar unas cuantas cucharadas de yogur natural y dos cucharadas de miel.
- Mascarilla facial nutritiva
Si tienes la piel muy deshidratada y seca, te recomendamos encarecidamente esta mascarilla. Tienes que combinar en un bol medio aguacate triturado, un plátano triturado y una cucharada de miel.
El aguacate es rico en proteínas y vitaminas A, B y E. Hidrata y ayuda a proteger la piel de las agresiones externas.
El plátano suaviza, nutre y regenera.
La miel le da un aspecto relajante y una dosis extra de hidratación.
- Mascarilla facial antioxidante
Si tu piel es atacada a diario por elementos externos como la contaminación o el sol, combina dos cucharadas de cacao en polvo, dos cucharaditas de aceite de oliva y dos cucharadas de yogur.
El cacao es excelente para la piel, ya que ayuda a prevenir el envejecimiento cutáneo y lo calma.
El aceite de oliva es rico en antioxidantes, vitamina E y ácidos grasos esenciales. Protege y nutre la piel, y también ayuda a reducir las cicatrices, previene el envejecimiento cutáneo y limita la aparición de arrugas.
¿Cómo aplicar una mascarilla facial?
Si te apetece probar alguna de estas recetas, aquí tienes las instrucciones sobre cómo obtener todos los beneficios de tu mascarilla casera.
- Lávate la cara con tu limpiador habitual.
- Abre los poros tomando un baño de vapor o dejando que una toalla húmeda caliente descanse sobre la cara durante unos minutos. También puedes aplicar una mascarilla inmediatamente después de ducharte.
- Haz un exfoliante, preferiblemente natural. Puedes utilizar un producto a base de ácidos de frutas para un exfoliante enzimático o un exfoliante casero de grano suave (aceite de coco más posos de café, por ejemplo).
- Una vez que te hayas enjuagado el exfoliante, aplica la mascarilla, evitando el área de los ojos y la boca. Puedes usar un cepillo o tus dedos.
- Deja la mascarilla durante unos diez minutos.
- Enjuaga la mascarilla con agua tibia.
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