¿Cómo operan las relaciones de poder en nuestras relaciones de pareja?

En las relaciones de poder una de las partes es quien ejerce el poder y otra es sobre quien recae.

269
Francia dará prioridad a las denuncias por violencia machista
Foto: Pexels

Las relaciones de poder se refieren a aquellas en las que existen dos elementos, uno que ejerce el poder y otro encima del cual recae ese ejercicio del poder, por lo que se trata de una relación desigual.

Al traducir este término al ámbito de una relación de pareja podemos establecer que se está hablando de una unión en la que uno de los miembros tiene y ejerce poder sobre el otro, siendo el dominante, mientras que la otra parte es la dominada.

Este tipo de uniones de pareja pueden derivar en relaciones de violencia, pues a uno de los involucrados no se le da ni voz ni voto para tomar sus decisiones o actuar conforme solo a sus principios, sino que, al imprimirle una fuerza, se espera que la persona actué de cierto modo.

En la investigación Manifestaciones de poder en las relaciones de parejas heterosexuales en relación a la toma de decisiones, Erika Yuliana Quintero explica que “si se habla de relaciones de poder entonces, debe vérseles como un modo de acción que actúa directamente sobre las acciones del otro y no sobre el otro en sí”.

En la sociedad patriarcal el poder se ha dividido en forma desigual otorgándosele sistemáticamente al varón, situación que también se puede vislumbrar en la vida en pareja, cuando es esta figura la que pretende tomar decisiones sin consultar a la otra persona, incluso cuando se trata de temas que incumben a ambos o a la parte que no esta siendo escuchada.

Culturalmente se ha impuesto que el hombre es quien decide sobre el dinero, la vida en pareja, la relación, las cuestiones sexuales e incluso sobre la vida y determinaciones de su pareja, dejando de lado los deseos y necesidades de esta última.

Cuestiones tan simples como tener que preguntar a esa figura si puedes hacer determinada actividad durante tu tiempo libre; pedirle permiso para gastar parte del dinero conjunto en algo, o que sea él quien determine en donde vivirán, son representaciones de una distribución inequitativa del poder.

Esto se encuentra motivado por estereotipos de género, roles tradicionales, entre otras de las imposiciones de la estructura social, y afecta todos los ámbitos de la vida, incluidas las relaciones de pareja, en donde vale la pena cuestionarse la distribución del poder, así como reflexionar sobre cómo esto puede estar afectando la propia relación y a una de las personas que la integran.

También te recomendamos:

¿Qué opina la psicología sobre la diferencia de edad en las relaciones?

¿Amigos con beneficios? Pros y contras de este tipo de relaciones