La responsabilidad afectiva tiene como objetivo cuestionarnos los vínculos que tenemos con los otros, sin importar el nombre que tengan y respetar al otro como individuo construyendo vínculos más humanos y menos desiguales con otros.
El amor y las parejas han estado dominados por las ideas de la monogamia y el matrimonio, pero la sociedad cambia y la manera de construir vínculos con otros también. Las relaciones abiertas, el poliamor y otras formas de relacionarse sexo-afectivamente cambian la dinámica de las relaciones y se pierde la exclusividad entre los miembros.
¿Qué es la responsabilidad afectiva?
Se basa en el consenso, cuidado y dialogo sobre los sentimientos y emociones en una relación de cualquier tipo, implica escuchar al otro y tener en cuenta sus emociones. No se debe poner los deseos y sentimientos del otro antes que, de los propios, sino saber que las acciones tienen impacto en los otros y se debe tener empatía.
Los vínculos sanos son responsables emocionalmente, se trata de cuidar al otro con el objetivo de evitar un sufrimiento o dolor innecesario. Estas acciones no sólo están presentes en las relaciones de pareja, también en las familiares y de amistad, se debe ser consciente del otro y comunicarlo de una manera asertiva.
Ten en cuenta que todos podemos equivocarnos, pero asumir la responsabilidad de tus actos y ser capaz de pedir perdón al afectado es parte de construir vínculos sanos.
6 tips para mejorar la responsabilidad afectiva en tus vínculos
- Habla sobre los sentimientos y expectativas de la relación
- La buena comunicación es indispensable para hablar sobre lo que nos molesta y las soluciones
- Pon limites
- El respeto es indispensable
- El cuidado debe ser mutuo
- Las acciones de una parte van a tener consecuencias en el otro
Evita
- Ocultar información
- No validar las emociones del otro
- Suponer los sentimientos y necesidades del otro
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