Las abuelitas y las mujeres con discapacidad son dos grupos de población que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), sufren un mayor riesgo de sufrir violencia, a pesar de que su situación se encuentra en gran medida oculta en la mayoría de los datos mundiales y nacionales.
Dos publicaciones recientes de la OMS, “Violencia contra las mujeres mayores: una hoja informativa” y “Violencia contra las mujeres con discapacidad: una hoja informativa”, exponen la realidad a la que se enfrentan estas mujeres.
Las abuelitas, por un lado, son más propensas a sufrir violencia por parte de sus parejas, hijos o nietos. La discriminación por edad las coloca en una posición vulnerable, ya que se les considera una carga o una fuente de problemas.
“La violencia de género tiene su origen en la desigualdad de poder y de control sobre las mujeres”, ha afirmado la jefa de la Unidad de Derechos e Igualdad a lo largo de la Vida de la OMS y el HRP, Avni Amin.
Las mujeres con discapacidad, por otro lado, sufren violencia en mayor medida que las mujeres sin discapacidad. Las barreras físicas, comunicacionales y sociales las hacen más susceptibles a la violencia por parte de sus parejas, familiares, cuidadores e incluso extraños.
“En el caso de las mujeres mayores y las mujeres con discapacidad, los agresores se aprovechan aún más de su dependencia y aislamiento, lo que aumenta su riesgo de sufrir abusos.
“Los servicios deben responder a sus necesidades e identificar los contactos adecuados a través de los sistemas sanitario y asistencial, de modo que todas las mujeres que sufren violencia puedan acceder a una atención empática y centrada en la superviviente”, ha agregado Amin.
Formas de violencia que sufren las abuelitas y las mujeres con discapacidad son variadas
Éstas incluyen:
- Violencia física
- Violencia psicológica
- Violencia sexual
- Violencia económica
- Violencia institucional
Es importante destacar que la violencia contra las abuelitas y las mujeres con discapacidad tiene graves consecuencias en su salud física y mental, su bienestar y su autonomía.
Para hacer frente a este problema, la OMS recomienda:
- Recopilar datos más precisos sobre la violencia contra estas mujeres.
- Sensibilizar a la sociedad sobre este problema.
- Capacitar a los profesionales de la salud y de la justicia para que puedan identificar y atender a las víctimas de violencia.
- Implementar programas de prevención y atención a la violencia.
Es necesario que se tomen medidas urgentes para proteger a las abuelitas y a las mujeres con discapacidad de la violencia. Solo así podrán disfrutar de una vida plena y libre de violencia.
NUMERALIA:
- En México, el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) estima que 6 de cada 10 mujeres mayores han sufrido algún tipo de violencia.
- En el mundo, 1 de cada 5 mujeres con discapacidad ha experimentado violencia física o sexual por parte de una pareja íntima.
- La pandemia de COVID-19 ha exacerbado la violencia contra las mujeres, incluyendo a las abuelitas y a las mujeres con discapacidad.
Es importante recordar que la violencia contra las abuelitas y las mujeres con discapacidad es un problema de todos. Si eres testigo de un caso de violencia, no dudes en denunciarlo. Tu llamada puede salvar una vida.