5 frases que revictimizan a las mujeres víctimas de abuso sexual

Una mujer víctima de violencia sexual no solo sufre daño por el delito, sino también por la revictimización que la discrimina, le entrega parte de la culpa o la totalidad de ella y justifica a su agresor.

La violencia sexual contra la mujer es tan común en México que la sociedad y las instituciones siguen por el camino de la normalización; minimizan los hechos, complican el acceso a la justicia, infunden miedo, dudas, y terminan por afectar aún más a quien de por sí, ya está viviendo un martirio.

Se ha vuelto algo cotidiano entrar a redes sociales y en alguna noticia sobre abuso sexual, feminicidio o sobre la búsqueda de una mujer, leer desafortunados comentarios que la culpan a ella por lo que está pasando.

La Revista Digital Universitaria de la UNAM destaca que “poner en duda el delito mismo o la extensión del daño que tuvo ya es, por sí mismo, un impedimento para las mujeres que buscan obtener justicia. Así, la culpa en la mayoría de las ocasiones es atribuida a las mujeres y, como ya se mencionó, esto tiene raíces en la cultura y educación que recibimos”.

Aquí te dejamos cinco frases, de las tantas que se suelen mencionar en casos de abuso sexual para hacer menos el dolor de la víctima, ponerla nuevamente en una situación de afectación y para que NUNCA justifiques la violencia. Recuerda, el agresor SIEMPRE es el culpable.

“Ella se lo buscó ¿Por qué estaba a esas horas sola en la calle?”

Una frase que seguramente has leído o escuchado hasta el cansancio. No hay ningún motivo válido para agredir a una mujer. Tenemos derecho a salir solas a la hora que queramos sin tener miedo a que eso termine convirtiéndonos en víctimas.

“¿Ya viste como iba vestida? Por eso la violaron”

Es tan común que lo que una mujer vestía cuando sufrió algún tipo de violencia sea relevante en encabezados, notas periodísticas y entre los comentarios de la sociedad, los cuales la acusan por “provocar” lo que le pasó.

Una mujer puede vestir lo que le guste sin que eso sea una justificación ni una invitación para que la agredan.

Siempre tenlo presente: la víctima nunca tiene la culpa, ni merece lo que le pasó por ninguna razón.

“¿Por qué denunció hasta ahora? No creo que sea verdad si apenas habló”

No se puede dudar de los motivos de una persona para hacer o no una denuncia. El miedo, la culpa y la pena son sentimientos que una víctima suele tener presentes debido a la educación, los patrones culturales patriarcales y la falta de empatía que la rodea.

Además, las instancias encargadas de impartir justicia también suelen ponerlas en duda y hacer menos sus denuncias, lo que dificulta aún más el proceso.

“¿Por qué siguió cerca de quien la agredió?”

Un gran número de agresiones sexuales ocurren dentro del entorno laboral, familiar y escolar.

¿Por qué la víctima tendría que perder su trabajo? ¿Consideras sencillo el proceso de enfrentar al círculo familiar tras un hecho de esta índole? ¿Crees que el proceso de aceptar lo ocurrido es sencillo?

Ni siquiera se trata de cuestionar el por qué, si no de empatizar con el proceso de cada víctima y respetarlo.

“¿Qué no eran novios? Cómo va a ser abuso sexual”

No es no. No importa si es tu pareja, tu esposo, si primero dijiste que sí, pero después ya no quisiste. No siempre será no, de lo contrario, es abuso sexual.

Para dejarlo más claro, y que se evite la propagación de más frases de este tipo te dejamos la definición de la también llamada doble victimización extraída de la Revista de la UNAM:

“La revictimización o victimización secundaria se da cuando la misma víctima, aparte del ocasionado por el delito, sufre daño posterior causado por los impartidores de justicia, por la policía, jueces, voluntarios y trabajadores del sistema penal, y por la misma sociedad, incluyendo familiares, comunidades o medios de comunicación”.

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