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Dismorfofobia: ¿qué esconde este trastorno obsesivo poco conocido?

Obsesiones a las que se enfrentan a diario ciertas personas y que les generan disgusto con su cuerpo.

Dismorfofobia corporal
Foto: Pexels

“Tengo la impresión de que nada me sienta bien, de sofocarme con la ropa”, “me parece que mis piernas  son demasiado grandes en comparación con mi cuerpo”, “tengo una nariz muy grande, sólo eso se ve en mi rostro”. Esto es lo que la dismorfofobia, también llamado trastorno dismórfico corporal (TDC) puede parecer.

Obsesiones a las que se enfrentan a diario ciertas personas y que les generan disgusto con su cuerpo, con su persona, e incluso las empujan al suicidio. Te hablamos de este trastorno. 

¿Qué es la dismorfofobia?

Este trastorno aún poco conocido, que afecta al 2% de la población, se traduce en una fobia a algo que está mal en el cuerpo, un miedo a tener defectos físicos, en la cara, como en el cuerpo. Es un tipo de patología mental que afecta a la autopercepción y pertenece a la familia de los trastornos obsesivos del comportamiento. 

Estas personas entonces piensan obsesivamente en sus “deformidades físicas” -a veces imaginarias- y terminan avergonzándose de sus cuerpos y disgustados con ellos, algunos incluso caen en un profundo malestar y se hunden en la soledad. 

Etimológicamente, la dismorfofobia es la fobia a tener una deformidad física. Es un trastorno psíquico caracterizado por un conjunto de preocupaciones devoradoras, obsesivas y escandalosas por una parte del cuerpo o del rostro que se ha convertido en objeto de vergüenza y culpa.

¿Cuándo aparece este trastorno y en quién?

Por lo general, este malestar corporal puede manifestarse en la adolescencia, período durante el cual, el cuerpo sufre cambios hormonales que los adolescentes pueden rechazar por completo. Es muy importante acompañar a tu hijo/hija en su adolescencia. Enséñale a amar y apreciar su cuerpo.

En las mujeres, la dismorfofobia, o trastorno dismórfico corporal, puede manifestarse especialmente después del embarazo o la menopausia. Este trastorno ocurre durante períodos de cambios corporales.

Un trastorno amplificado por las redes sociales

Golpeados a diario por fotos de cuerpos visiblemente perfectos, sin celulitis, sin hinchazón ni imperfecciones, los adolescentes ya no se aceptan a sí mismos. Tienen una mala percepción de sí mismos. Los jóvenes se comparan continuamente con “estos cuerpos perfectos” y desarrollan muchos complejos.

Por eso, es muy importante escuchar a tu hijo y a ti mismo y observar los cambios de comportamiento:

  • El pensamiento: la parte despreciada del cuerpo se convierte en objeto de hiper enfoque, las preocupaciones son desproporcionadas o incluso delirantes.
  • Emociones: la persona experimenta ansiedad, un sentimiento de vergüenza y culpa, se daña la confianza en sí mismo.
  • Comportamientos: la persona sobre-invierte su cuerpo pasando horas probándose frente al espejo. O por el contrario, pone en marcha estrategias de evitación para huir de su reflejo. Huyendo de ciertas situaciones sociales que pueden llevar al aislamiento y en ocasiones incluso al suicidio.

Además, existen exámenes clínicos para establecer un diagnóstico de dismorfofobia.

¿Cómo lidiar con eso y ayudar a quienes te rodean?

Irracional, obsesiva e incapacitante, la dismorfofobia puede tener consecuencias desastrosas. Tranquilizar a la gente es inútil, porque el alivio es sólo temporal y el problema es mucho más profundo. Por lo general, es necesario consultar a un profesional para realmente deshacerse de los pensamientos negativos.

Las terapias conductuales y cognitivas también pueden ser una solución. Consisten, en particular, en exponer al paciente a sus complejos y en deconstruir los caminos de los pensamientos erróneos. Porque tomar conciencia del trastorno es el comienzo de la curación.

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