Aunque, en un principio, muchos asumimos que la astrología y la psicología no tienen nada que ver, el psicólogo suizo Carl Jung, tras estudiar largamente, determinó lo contrario: ambas disciplinas tienen un fuerte vínculo.
Durante varios años, Jung se interesó en estudiar el concepto de sincronicidad de la astrología y las conexiones acausales, aquellos fenómenos que no podían explicarse por métodos científicos ordinarios, pero que no por ello eran reales, según indica Pijama Surf.
Así, el psicólogo entendió que existía “un contínuum de unidad entre la mente, el espacio y el tiempo, una interdependencia que era posible debido a lo que llamó unus mundus”, el cual descansa en la “asunción de que la multiplicad del mundo empírico emerge de una unidad subyacente”.
Sobre el vínculo entre la astrología y la psicología, en 1954 Jung explicó a los astrólogos Jean Carteret y André Barbault a Jung:
“Ha habido muchos casos de analogías chocantes entre la constelación astrológica y el suceso psicológico, o entre el horóscopo y la disposición caracterológica. Incluso existe la posibilidad de una cierta predicción en cuanto al efecto psíquico de un tránsito, por ejemplo. Se puede esperar, con un grado de probabilidad bastante alto, que cierta situación psicológica bien definida venga acompañada por una configuración astrológica análoga. La Astrología consiste en configuraciones simbólicas, como el inconsciente colectivo del que se ocupa la Psicología: los “planetas” son los Dioses, símbolos de las potencias del inconsciente (en primera línea y más allá)”.
Por su parte, Paul Hokemeyer, psicoterapeuta clínico y autor de Fragile Power: Why Having Everything Is Never Enough, señala que la astrología se basa en formulaciones psicoterapéuticas establecidas, como el psicoanálisis y la psicología profunda.
La astrología brinda la oportunidad de proyectar sentimientos y pensamientos fuera de nosotros. En el proceso, las personas cambian el enfoque de la confusión interna a la claridad externa.
“Al enfocarnos en algo fuera de nosotros, una carta específica, la alineación astrológica, podemos mover nuestra conciencia de la intensidad y reactividad de nuestro sistema límbico”, dice Hokemeyer.
Muchos científicos quizá desacrediten a la astrología, pero Hokemeyer y Jung no solo creen en ella, sino que la relacionan con la psicología e incluso, al menos este último, la utilizó (al recurrir a la carta astral) en sus terapias para formarse una visión más completa del perfil de sus pacientes.
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