El ejercicio físico es un pilar fundamental para mantener una buena salud y bienestar en todas las etapas de la vida de una mujer.
Desde prevenir enfermedades hasta mejorar la autoestima, los beneficios son múltiples y variados.
Y eso es algo que no debes de perder de vista a pesar de factores como el exceso de trabajo, la falta de tiempo, etc.
¿Por qué es tan importante el ejercicio para las mujeres?
Desde pequeñas, en nuestras familias o inclusive, en la escuela, nos han dicho por qué es importante el ejercicio. Aquí te lo recordamos:
- Salud cardiovascular: Reduce el riesgo de enfermedades del corazón, hipertensión y accidentes cerebrovasculares.
- Control de peso: Ayuda a mantener un peso saludable y a prevenir la obesidad, relacionada con diversas enfermedades crónicas.
- Fortalecimiento óseo: Reduce el riesgo de osteoporosis y fracturas, especialmente en etapas posteriores de la vida.
- Salud mental: Combate la depresión, ansiedad y el estrés, mejorando el estado de ánimo y calidad del sueño.
- Mayor energía: Aumenta los niveles de energía y vitalidad, mejorando el rendimiento en las actividades diarias.
- Prevención de enfermedades: Reduce el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, ciertos tipos de cáncer y otras enfermedades crónicas.
¿Cómo encontrar un ejercicio que te guste y puedas mantener en el tiempo?
Generalmente, uno de los pretextos -sí. Pretexto- es el hecho de que no existe algún ejercicio que realmente nos guste. Así que lee lo siguiente:
- Descubre tus intereses:
¿Qué te gusta hacer? Bailar, nadar, caminar, andar en bicicleta, practicar yoga… Hay una amplia variedad de opciones.
- Varía las actividades:
Alterna diferentes tipos de ejercicio para evitar la monotonía y mantener la motivación.
- Busca compañía:
Hacer ejercicio con amigas o familiares puede ser más divertido y te ayudará a mantenerte comprometida.
- Comienza poco a poco:
No te exijas demasiado al principio. Aumenta gradualmente la intensidad y duración de tus sesiones.
- Escucha a tu cuerpo:
Respeta tus límites y descansa cuando lo necesites.
Ideas para incorporar la actividad física en tu rutina diaria
- Camina más: Utiliza las escaleras en lugar del ascensor, baja del transporte público una parada antes, sal a caminar después de comer.
- Ejercítate en casa: Hay muchos videos y aplicaciones gratuitas con rutinas de ejercicio para todos los niveles.
- Aprovecha los momentos del día: Ojo. No es locura. Es real la opción: Haz sentadillas mientras esperas el autobús, estiramientos durante las pausas laborales, o baila un poco mientras cocinas.
- Busca actividades al aire libre: Sal a correr, andar en bicicleta, hacer senderismo o simplemente disfrutar de un paseo por el parque.
- Inscríbete en una clase: Yoga, pilates, zumba, baile… Hay infinidad de opciones para encontrar una actividad que te guste y te motive.
Recuerda que lo más importante es encontrar una actividad física que disfrutes y que puedas mantener a largo plazo.
¡Con constancia y dedicación, podrás mejorar tu salud y bienestar de forma significativa!