9 malos hábitos que te hacen subir de peso sin darte cuenta

Reconoce cuál de estos hábitos sueles cometer e intenta corregirlos para una vida más sana.

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Hábitos que te hacen subir de peso
Foto: Pexels

Todos sabemos lo difícil que es empezar una nueva dieta, pero sobre todo lo odioso que es recuperar los kilos perdidos con tanto esfuerzo con extrema facilidad. Muchos se preguntan cuál es la causa, qué misterio arcano se esconde detrás de este evento recurrente o qué mecanismo metabólico defectuoso está detrás de todo.

Pues bien, la respuesta más sensata a estas preguntas se encuentra en la vida cotidiana, en lo mucho que cuidas de tu cuerpo y no solamente a la hora de alimentarlo, sino en hábitos que muy pocas veces las personas están dispuestas a cambiar.

Por ello, con esta pequeña guía intentaremos nombrar algunos hábitos poco saludables que son corresponsables de los kilos de más, ayudándote así a gestionar tu forma física, de la mejor y más “natural” forma posible.

Sedentarismo

Sin duda, uno de los principales hábitos responsables del sobrepeso es el sedentarismo. Un hábito adquirido ya en los primeros años de vida, las estadísticas más recientes describen a 1 de cada 3 niños como extremadamente sedentario, y que está fuertemente arraigado en la vida cotidiana.

Los 10 mil pasos diarios serían la primera herramienta para detener este mal hábito y comenzar un círculo virtuoso de eventos. La actividad física, de hecho, además de afectar el gasto calórico, permitiéndote un esfuerzo dietético entre otras cosas, contribuiría al mantenimiento de un cuerpo sano, pero sobre todo metabólicamente eficiente.

No tomar agua

Mantenerse hidratado es de fundamental importancia para mantener un organismo en perfecto estado. Además del drenaje correcto de los fluidos corporales, el agua permite que todos los nutrientes solubles en agua, como aminoácidos, vitaminas, minerales y azúcares, lleguen a la célula y se utilicen de forma eficaz. Recuerda beber al menos 2L de agua al día.

Los antojos

Los snacks adquieren un papel crucial en el control del peso y, en general, en el metabolismo. Los refrigerios saludables, elaborados a media mañana y por la tarde, además de saciar la sensación de apetito, ayudarán a que tu metabolismo se mantenga activo y eficiente.

Las frutas, las nueces, el yogur, las verduras crudas e incluso el chocolate amargo pueden ser antojos saludables y sabrosos.

Beber café

Las propiedades de la cafeína y polifenoles presentes en el café son bien conocidos, entre los cuales el antioxidante e incluso adelgazar se destaca. Sin embargo, entre una reunión de negocios o una charla entre amigos es muy fácil exagerar. Especialmente si endulzamos el café con azúcar, incluso ese café extra, multiplicado los 365 días del año, impactará negativamente en el peso corporal y el perfil hormonal.

Saltarse las comidas principales

Los compromisos laborales o las creencias falsas a menudo nos llevan a omitir las comidas principales, independientemente de los efectos nocivos en nuestro cuerpo. Saltarse el almuerzo, por ejemplo, empujará a nuestro cuerpo a buscar más comida en la cena, desequilibrando por completo el perfil nutricional y haciéndonos recuperar rápidamente algunos kilos de más.

Saltarse el desayuno

¿Cuántas veces no hemos optado por una sola taza de café y listo? Varios estudios muestran cómo debe verse un desayuno saludable, con presencia de un componente proteico, además de tener un efecto positivo en el rendimiento escolar o laboral, tiene un efecto positivo en la pérdida de peso, manteniendo activo el metabolismo.

Fruta para cenar

Comer sólo fruta es uno de los hábitos recurrentes más frecuentes entre las mujeres, especialmente después de almuerzos algo más ricos. La sensación de frescor y ligereza que da la fruta nos empuja fácilmente al error, enmascarando en cambio el contenido de azúcar, que es decididamente relevante.

Comer solamente fruta, por tanto, se traduciría nutricional y metabólicamente en una carga de azúcares y un consecuente aumento glucémico e insulínico.

Comer rápido

Con los ritmos siempre altos, las comidas adquieren, por el tiempo dedicado, casi el valor de un refrigerio. Además de comprometer seriamente la digestión y la subsiguiente absorción, comer rápido conduce inevitablemente a comer más. Sentarse a la mesa, masticar despacio y apreciar los sabores son las bases imprescindibles para una pérdida de peso sana y sabrosa.

Comprar cosas innecesarias

Aunque no lo creas, la pérdida de peso comienza por los pasillos del supermercado, por lo que es importante no cometer estos tres errores frecuentes:

  • Ir de compras con el estómago vacío.
  • Hacer compras cada tiempo alargado, esto hará que compres cosas que no necesitas.
  • Comprar comida chatarra.

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