El estrés puede atacar a cualquier ser humano, sin importar su edad y condición, así que no subestimes la idea de que un niño o niña no pueda padecerlo. A veces creemos que la infancia es la etapa donde no existen preocupaciones o afectaciones como el estrés, sin embargo, eso es totalmente falso.
Cada persona tiene un mundo de dificultades a las que se tiene que enfrentar día con día y los niños no están exentos de ello. Aunque un problema que te cuenta tu pequeño (a) te parece de fácil de resolver, en realidad, para ellos podría tratarse de algo que realmente les causa estrés por no saber manejarlo, y encima, si no pones la debida atención a ello, es como si estuvieras anulando sus sentimientos.
Lo anterior puede frustrar tanto a los pequeños que no encuentran salida, por lo que su cuerpo y comportamiento dan señales de que se trata de algo serio y están padeciendo estrés. En VibeTV te diremos cuáles son esos indicadores y cómo puedes solucionarlo.
¿Cómo saber si mi hijo sufre de estrés?
Antes de comenzar debemos ser claros, muchas veces el estrés es generado por las presiones a las que los adultos someten a los niños; por ejemplo, exigencia de actividades extraescolares, calificaciones perfectas, críticas a las características físicas y de gustos, compararlos con otros niños, etcétera.
Todos estas situaciones no sólo desembocan en el estrés, también en la autoestima y en su rendimiento diario. Por ello, debes identificar primero si lo que le está afectando a tu hijo tiene que ver con la forma en que te relacionas con él, o bien, si se trata de algo externo, por ejemplo, de su entorno escolar y social.
Rasgos de estrés en la infancia
- Se enferman con facilidad
- Están cansados constantemente
- Sufren de vómitos o mareos.
- Presentan trastornos de sueño
- Se comportan apáticos
- Falta de apetito
- No quieren divertirse
- Les cuesta trabajo asistir a la escuela
- Tienen episodios de estreñimiento o diarrea
- Padecen de muchas alergias
- Presentan hemorragias nasales
- Les cuesta trabajo entablar diálogos.
Tips para ayudar que tu hijo supere el estrés
- Habla siempre con él o ella. La comunicación es importante para conocerse mutuamente y saber cuando algo le pasa. Además con ella, puedes plantear soluciones y dar palabras alentadoras.
- No debes subestimar las emociones de tus hijos, pon atención a cada situación que le está afectando. Este punto es muy importante porque una vez que no tengas interés tu pequeño no confiará facilmente en ti de nuevo.
- Haz ejercicios para que aprenda a tomar soluciones. Plantea problemas de su interés y juntos den ideas de cómo podrían solucionarse.
- Enséñale que las malas rachas de la vida son aprendizajes.
- NO le compartas todos tus problemas, habrá algunos que no le sean dañinos, por el contrario, le ayudan a ser empático, pero no todos los conflictos de los adultos deben saberlos los niños, no lo responsabilices de situaciones que son tuyas.
- Busca la manera de no recargar sus actividades extraescolares.
- Hazle saber que demostrar sus emociones está bien, si siente miedo, enojo, tristeza, preocupación.
Recuerda que lo más importante es que tus hijos sean felices, así que hazles saber cuánto los amas y lo orgullosa que estás de ellos.
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