Puede que te resulte difícil soportar este desbordamiento de amor y estas demostraciones de cariño en público. En efecto, esto te remite a una persistente ansiedad que te ha ido carcomiendo durante algún tiempo: la anuptafobia, o la fobia a la soltería. Este es un sufrimiento real, incluso fue estudiado por investigadores de la Universidad de Toronto en 2013. Te lo explicamos.
Anuptafobia: ¿qué es y por qué?
Este trastorno de nombre extraño se define por el miedo irracional de estar soltero, nunca encontrar un compañero de vida o ver que desaparece. Este temor a menudo se hace eco del miedo al abandono. Ojo: hay que diferenciarlo claramente de la autofobia, o miedo a la soledad.
En concreto, cuanto mayor es la fobia a la soltería, más disminuye la persona “enferma” sus criterios de selección en relación con sus expectativas reales. Claramente, el estado de “pareja” tiene prioridad sobre la “calidad” de la persona elegida. El anuptáfobo considera que es preferible estar mal acompañado que solo. Aquí, la pareja juega un verdadero papel ansiolítico.
Las causas pueden ser múltiples; por ejemplo: hay presión social, después de cierta edad, a muchos les resulta “raro” seguir solteros y sin hijos. También encontramos el fenómeno del apego exacerbado. El bebé se apega al cuidador/padre, especialmente si se siente inseguro. Una vez adulto, esta necesidad de apego excesivo persiste.
La anuptafobia también se puede atribuir a una separación traumática durante la infancia o al divorcio de los padres. Más sorprendentemente, los investigadores en 2010 destacaron la presencia de trastornos neurológicos en personas con este miedo irracional a la soltería.
Síntomas y diagnóstico
Por regla general, este trastorno suele afectar a personas adultas a las que la sociedad considera en edad de tener una relación. El anuptáfobo carece de confianza en sí mismo. Él o ella siente que está fuera de contacto con la sociedad.
Además, esta persona se siente como un cascarón vacío, en permanente falta de compañía, pasan horas analizando un mensaje recibido, un encuentro o una situación, y planifica constantemente las etapas de una vida “perfecta” en pareja (novia, matrimonio, hijo, casa).
Estas personas están dispuestas a todo para estar acompañados, no ven las cualidades de la pareja que buscan, siempre y cuando logren llenar su sentimiento de soledad sin importar estar en una relación destructiva. Por otro lado, pueden experimentar otros síntomas como celos, ansiedad, ataques de paranoia o incapacidad para pasar tiempo solos.
El primer diagnóstico lo suele hacer el médico general. Este profesional verá si esto justifica o no el establecimiento de una terapia. Para ello, se basa en los criterios de la fobia del “Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales”:
- La fobia debe persistir más allá de los seis meses.
- El miedo debe ser exagerado frente a la situación real, el peligro involucrado.
- Los pacientes evitan la situación en el origen de su fobia inicial, aquí el hecho de no estar en pareja.
- El miedo, la ansiedad y la evitación causan una angustia significativa que afecta el funcionamiento social o laboral.
Fobia a la soltería: ¿cómo salir de ella?
Si crees que puedes ser víctima de anuptafobia, no entres en pánico. Hay soluciones para salir de ella de forma permanente. La psicoterapia como mencionamos anteriormente. Es decir, terapias cognitivas o conductuales, hipnosis, la técnica de gestión emocional, EMDR, meditación mindfulness o toma de antidepresivos (bajo la supervisión de un médico).
En segundo lugar, aunque la anuptafobia es difícil de prevenir, la recaída se puede evitar. Para ello, puedes practicar técnicas de relajación como la sofrología, el yoga y trabajando en despegarte de la idea de necesitar a otra persona para sentirte seguro. Para ello, puedes obligarte a realizar actividades gratificantes en solitario como ir al cine, a un restaurante, a ver una exposición.
¿Te afecta la fobia a la soltería? ¿Conoces a alguien que podría ser una víctima?
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