La megalofobia es una fobia donde las personas que la padecen sienten un temor enorme por los objetos de gran tamaño, por ejemplo, un avión, un edificio, monumento o animales muy grandes.
Este pánico genera altos niveles de ansiedad, además de otros síntomas como: sudoración, taquicardia, náuseas, temblores, elevación de la tensión arterial y dificultad para respirar.
Las personas que padecen megalofobia tienen pensamientos catastróficos que pueden generarse con la participación de objetos enormes, como por ejemplo: el ser aplastados por un camión o un edificio, o bien, ser presa de animales grandes, asi también las grandes alturas les producen miedo porque piensan que podrían caerse.
Por ello, cuando una persona padece esta fobia, tiende a desapartarse de diferentes actividades cotidianas por miedo y con el propósito de evitar exponerse a un accidente como los mencionados. Esto genera que la calidad de vida de los megalofóbicos vaya en detrimento, pues en ocasiones deciden quedarse en casa y aislarse.
Por ejemplo, es muy difícil que con esta fobia una persona pueda transitar comodamente en una ciudad, visitar sitios, e incluso, ir a trabajar, pues esto significa atravesar por lugares donde hay objetos que les resultan una amenza.
Es por esto que muchas personas que padecen de megalofobia se complican en actividades cotidianas, algunos optar por andar en rutas más largas para llegar a su destino con tal de no cruzarse con nada grande.
Causas de la megalofobia
Así como las otras fobias, a veces es complicado establecer un detonante específico; sin embargo, algunos estudios han demostrado que este padecimiento puede vincularse con la herencia genética por parte de algún progenitor que padezca algún tipo de fobia similar.
Otro de los factores que se establecen, es que puede ser una conducta aprendida, la cual se detonó de una experiencia negativa o traumática donde un objeto grande fue partícipe.
Hay expertos que consideran que una de las causas de padecer megalofobia puede ser la asociación o sensación de inferioridad que se generó en situaciones especificas de la infancia.
Tratamiento de la megalofobia
Para tratar esta fobia es necesario acudir con especialistas en psicología, más aún si los síntomas están avanzando y comienzan a limitar las actividades diarias.
Siendo así, un psicologo deberá buscar las causas que generaron el padecimiento, pero para conseguir esto es necesario que se analice al paciente desde tres vías psicológicas:
1. Intervención a nivel conductual: se centra en dotar a la persona de estrategias de afrontamiento para ir poco a poco enfrentándola al estímulo fóbico, a partir de la exposición gradual y controlada.
2. Intervención cognitiva: se enfoca en el análisis y modificación de los pensamientos y creencias con respecto a lo temido.
3. Trabajo a nivel emocional: éste se utiliza para descubrir, reconocer y reprocesar de dónde viene dicho miedo.
A través de este tratamiento psicológico es posible identificar y buscar la manera de erradicar la megalofobia.
¿Conocías esta fobia?
También te puede interesar:
¿Qué es el refuerzo intermitente en la pareja?
Ecología emocional: qué es y cómo llevarla a cabo