La sal rosa del Himalaya se extrae de las rocas de la cordillera que alberga las montañas más altas del mundo. Estas rocas datan de millones de años cuando los océanos cubrían la mayor parte de la Tierra.
La sal estaba presente en las regiones del Himalaya incluso antes de la formación de la cordillera. Cuando los océanos se retiraron, dejaron grandes depósitos de sal que ascendieron a la superficie de la Tierra.
5 razones para consumir la sal rosa del Himalaya
- Sal cruda sin refinar
A día de hoy, los yacimientos se han mantenido lo suficientemente profundos como para estar protegidos de la contaminación exterior, lo que le confiere una calidad excepcional. La sal rosa del Himalaya se extrae y se muele. No sufre ningún tratamiento y no contiene aditivos.
- Una sal rica en oligoelementos
La sal rosa es conocida por su riqueza en oligoelementos. Contiene sulfato, potasio, magnesio, calcio, silicio, manganeso y fósforo. Las células del cuerpo asimilan directamente los minerales gracias a su estructura cristalina.
Por otro lado, no está yodada y el yodo es un elemento nutritivo importante para el organismo, en particular para el funcionamiento de la tiroides. Desde la década de 1950, la sal, incluida la sal marina, se ha enriquecido con yodo a pedido de las autoridades públicas para evitar deficiencias.
Sus cristales mantienen su bonito tono de diferentes rosas de óxido de hierro. Debido a los tratamientos a los que se somete, la sal de mesa se despoja de la mayor parte de sus sales minerales a excepción del sodio y el cloruro.
- Una sal regeneradora
En cosmética, es conocida por sus propiedades regeneradoras. Sus cristales se añaden al baño de burbujas. Para deportistas es muy interesante porque previene los calambres musculares y mejora la circulación.
Ideal después de un entrenamiento intensivo. También es un eficaz exfoliante que se puede utilizar para eliminar las células muertas y dejar la piel extremadamente suave. Como pediluvio, alisa las plantas de los pies y elimina durezas.
- Una sal reequilibrante
Una dieta desequilibrada, el exceso de comida, el estrés, la falta de sueño contribuyen a acidificar el organismo dando lugar a síntomas crónicos (migraña, artrosis, etc.) y enfermedades inflamatorias.
La sal rosa del Himalaya tiene la ventaja de reequilibrar el pH (alcalino/ácido) del organismo y ayudar a reducir el reflujo ácido. En la cocina se aprecia especialmente su sabor sutil y su riqueza en minerales como su color rosa que aporta un toque elegante y original a los platos.
- Una alternativa saludable a la sal de mesa
La sal de mesa, a menudo procedente de océanos contaminados, se blanquea, se limpia con productos químicos y se calienta a altas temperaturas. De esta forma, pierde todas sus cualidades.
Es esta sal transformada la que no es buena para la salud (sobre todo en los alimentos industriales). Sin refinar y con cristales más grandes, es una alternativa a la sal fina de mesa. Concentra menos sodio en una sola toma que la sal tradicional.
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