La chía es una semilla originaria de Mesoamérica y formaba parte importante de la alimentación de las culturas prehispánicas. Su cultivo y consumo era esencial en el México antiguo, incluso se encontraba al nivel de las cosechas del maíz.
Pero esta valiosa semilla también se usaba con fines medicinales por los grandes aportes de nutrientes que resultan benéficos para la salud en general. Existen varias especies de chía entre las que están las negras, moteadas, blancas o grises y lo mejor es que las propiedades de cada una no difieren demasiado, así que el beneficio al consumirla no se verá afectado.
La chía es considerada una semilla calórica por el contenido de ácidos grasos como el Omega 3 y 6 cuando se utiliza en una cantidad relevante. Así es que lo preferible es consumir entre 10 y 12 para obtener sus beneficios, considerando también el EPA y DHA.
Dicha semilla también es rica en proteína, lisina, triptófano, fibra dietética y antioxidantes. Además de contener vitaminas C, E, y del complejo B, minerales como potasio, hierro, selenio, magnesio y zinc.
Y es por estas propiedades que la chía puede aportar a la regulación y la reducción de niveles de azúcar en la sangre y también contrarresta el colesterol malo (LDL). Estos beneficios dan como resultado la prevención de enfermedades cardiovasculares, también ayuda a bajar de peso y fortalece el sistema inmunológico, además de tener otras bondades para la salud.
Cabe destacar que la Asociación Americana de Diabetes (ADA) recomienda no superar el consumo de los 15 gramos al día, ya que el gran aporte de fibra podría generar daños colaterales en el sistema digestivo.
La chía puede consumirse con regularidad, siempre y cuando no se abuse de los 15 gramos diarios, y lo mejor sería comerla sólo algunos días de la semana, no todos.
Las recetas con chía son interminables, pues puede combinarse con alimentos sólidos y líquidos. Por ejemplo, puedes consumirla con agua, jugos, fruta, yogurt, ensaladas, etcétera. Pero también con alimentos más elaborados como el pan, las tortillas o galletas.
Cabe destacar que si la utilizas en alimentos líquidos es recomendable dejar que repose entre 4 y 6 minutos para que absorba el líquido de los alimentos y no el de tu organismo, de lo contrario podrías sentir molestias gastrointestinales.
Para las personas diabéticas podría funcionar su consumo, pero es importante que lo trates antes con tu médico y así asegurarte de que no interferirá con tu tratamiento.
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