¿Cuáles son los síntomas del trastorno obsesivo compulsivo (TOC)?

El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es un trastorno de ansiedad crónico y potencialmente incapacitante. Se caracteriza por pensamientos no deseados y recurrentes (obsesiones) y por comportamientos repetitivos y sin sentido, pero extremadamente difíciles de controlar (compulsiones). Las personas con la afección a menudo tienen una sensación de impotencia, sufren psicológicamente y están ansiosas debido a su afección.

Por lo general, los rituales obsesivos se realizan en secreto, fuera de la vista, porque las personas afectadas creen que nadie entendería su comportamiento o cómo se sienten. Se dan cuenta de que sus acciones realmente no tienen sentido, pero se sienten incapaces de controlarlas.

El TOC afecta hasta al 3% de la población, independientemente de su origen étnico o género. A veces se confunde con otros trastornos de ansiedad. De hecho, es una enfermedad que debe ser tratada para poder brindar alivio a quienes la padecen.

Causas del TOC

El TOC es causado por una combinación de factores biológicos, genéticos y ambientales. Las investigaciones han demostrado que los cambios en el nivel y el equilibrio de las sustancias químicas en el cerebro están asociados con la ansiedad y otros trastornos relacionados.

También indican que el TOC tiene un componente genético ya que se encuentra en miembros de la misma familia. El trastorno obsesivo compulsivo puede desarrollarse como resultado de ciertas infecciones bacterianas (infecciones por estreptococos) adquiridas en la infancia o después de una lesión o traumatismo en la cabeza o el cerebro.

Síntomas y complicaciones

El TOC tiene una evolución lenta. Comienza con algunas obsesiones que gradualmente se convierten en rituales. Las personas con TOC suelen tener una gran preocupación por la limpieza y temen la contaminación.

Sus comportamientos repetitivos, como lavarse las manos, ducharse todos los días, hacer las tareas del hogar, comienzan lentamente al principio, pero se vuelven difíciles de controlar a medida que se convierten en ocupaciones cada vez más frecuentes, meticulosas y prolongadas.

Otras compulsiones comunes incluyen:

• Miedo al fuego: los aparatos eléctricos se controlan constantemente para asegurarse de que estén apagados.
• Miedo a ser atacado: las puertas se revisan varias veces antes de salir o acostarse.
• La necesidad de perfección: se dedica una enorme cantidad de tiempo a perfeccionar la organización y el contenido de los armarios.
• Una necesidad compulsiva de coherencia: seguir el mismo camino todos los días para ir al trabajo, o cruzar la calle exactamente en el mismo lugar todos los días.
• Contar: cepillarse el cabello con un número determinado de pasadas o tocar la mesa varias veces antes de rodearla.
• Miedo a perder el control o enojarse.
• Pensamientos sexuales intrusivos.

Algunos rituales pueden tener un lugar en la vida cotidiana, pero los problemas comienzan cuando interfieren con la calidad de vida. Las personas con TOC no pueden saltarse un paso en sus comportamientos ritualistas, de lo contrario, los pensamientos compulsivos los perseguirán hasta que el ritual se realice exactamente como creen que debería ser. Se sienten aliviados, pero el alivio es de corta duración, porque la obligación de empezar de nuevo regresa rápidamente.

Diagnóstico del TOC

Por lo general, el trastorno se diagnostica cuando los pensamientos o comportamientos repetitivos interfieren con las actividades diarias, toman mucho tiempo y causan angustia psicológica.

A veces es difícil hacer un diagnóstico porque la persona afectada realiza sus rituales o actos compulsivos en secreto. También sucede que esté consciente de que algo anda mal, pero no se atreve a pedir ayuda.

Si se sospecha de un trastorno obsesivo compulsivo, el médico puede primero hacer un examen físico y luego preguntar sobre el historial médico para intentar llegar a un diagnóstico.

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