Red flags: las consecuencias de nombrar violencias sin profundizar en ellas

Las red flags -banderas rojas- son esas señales, conductas o actos que alertan sobre una persona violenta, manipuladora o que puede causar algún daño o ejercer agresiones a la otra persona dentro de una relación.

Las banderas rojas pueden ser tan claras como si te comienza a prohibir hacer ciertas cosas o vestirte de determinada manera, si quiere controlar lo qué haces, con quien hablas, quienes son tus amigos o si te fuerza a tener relaciones sexuales o a hacer algo en contra de tu voluntad.

Algunas otras se invisibilizan debido a la idea de “amor romántico” o a la normalización de ciertos actos que en realidad son violencia, tal es el caso de los celos, de utilizar el amor como pretexto para agredir o violentar y usar el “cuidado” para permitir o prohibir determinadas cosas, entre muchas otras.

En esta línea, existe otro factor que puede minimizar las señales reales para alertar sobre una relación violenta, es el caso de la difusión excesiva de red flags, que en muchos casos es superficial, se usa a modo de broma o se toma como una regla general.

Es de considerarse que este tipo de actos son complejos, sobre todo al estar dentro de la situación puede ser difícil vislumbrarlos, por lo que se debe tener en cuenta que no se puede tomar a la ligera las situaciones que se incluyen dentro de estas señales de alerta.

Es decir que no se trata solo de hacer listas interminables sobre estas señales sin ahondar en ellas, ya que detrás existen una serie de situaciones en las que es necesario inmiscuirse y sobre las que se tiene que informar para que una víctima de algún tipo de violencia tenga claro lo qué está viviendo y pueda actuar, pedir ayuda o comience a concientizar sobre la situación, al igual que quienes se encuentran alrededor de ella.

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