Al año, alrededor del mundo se registran más de 800 mil muertes de niños menores de cinco años debido a pulmonía o neumonía grave, la enfermedad infecciosa que más muertes infantiles causa, de acuerdo con información de Unicef.
Según estos mismos datos, del total de fallecimientos de menores, más de 153 mil son recién nacidos, quienes, se apunta, son un grupo especialmente vulnerable a la infección respiratoria aguda que afecta los pulmones.
“Esto significa que cada 39 segundos muere un niño a causa de la neumonía, y casi todas esas muertes son prevenibles”, resalta el organismo internacional en un artículo publicado en enero de 2020.
Neumonía, causas y síntomas
Esta enfermedad puede originarse por distintas causas como lo son la presencia de bacterias, virus u hongos en el aire. Cuando la infección ocurre, los pulmones se llenan de líquidos que dificultan la respiración, y esto se complica más cuando se presenta en niños con sistemas inmunológicos inmaduros o débiles.
La neumonía es una enfermedad contagiosa, la cual puede transmitirse por partículas suspendidas en el aire o a través de fluidos como la sangre, e incluso de superficies contaminadas.
Entre los síntomas de esta infección se encuentran:
- Tos
- Dificultad para respirar
- Fiebre
- Respiración acelerada y durante la inhalación se les puede retraer la parte baja del pecho
Tratamiento para la neumonía
La neumonía se trata dependiendo la causa, por ejemplo, en los países desarrollados la principal causante son las bacterias, por lo que se suelen recetar antibióticos de bajo coste, en caso de que se trata de virus o microbacterias se requieren tratamientos distintos. Además, quienes presentan neumonía grave suelen necesitar oxígeno debido a que este, por la inflamación de los pulmones, pasa de manera insuficiente al torrente sanguíneo.
Cabe destacar que, aunque existe tratamiento, en países en los que no cuentan con atención médica adecuada, ni medicamentos o equipo necesario, por ejemplo, para brindar oxígeno, en muchos casos la enfermedad deriva en fallecimiento.
Esta enfermedad infecciosa puede prevenirse reforzando las medidas de protección, como con una nutrición adecuada, así como reduciendo factores de riesgo como la contaminación en el aire y mediante la higiene optima como el lavado de manos, el cual reduce en más de 50% el riesgo de contraer neumonía.
Con información de Unicef
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