La violencia reproductiva se refiera a aquellos actos que vulneran el derecho de las mujeres a tener acceso a información sobre la salud sexual, a decidir si tener hijos o no, así como a determinar cuántos desean tener y cuándo.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) señala que la violencia reproductiva se trata de una acción que “impide o limita el derecho de las mujeres a la información, orientación, atención integral y tratamiento durante el embarazo o pérdida, parto y lactancia”.
Asimismo, se considera violencia contra los derechos reproductivos a la obstrucción o negación para que las mujeres ejerzan su maternidad segura y elijan métodos anticonceptivos adecuados, sin que estos les sean impuestos.
La violencia reproductiva ocurre cuando:
- Se le niega información a una mujer sobre métodos anticonceptivos
- Se le niega información o atención en el proceso de gestación
- No se le permite decidir si quiere tener hijos o no
- No se le permite decidir si quiere tomar anticonceptivos o no
- Se le niega el acceso a métodos anticonceptivos
- No se les brinda acceso a la anticoncepción de emergencia
- No se les brindan alternativas para acceder a la maternidad
ONU Mujeres apunta que un caso en el que se puede observar este tipo de violencia es en los matrimonios infantiles, pues las niñas casadas no pueden decidir sobre tener sexo seguro o no, lo que hace que sean vulnerables a infecciones de transmisión sexual, incluido el VIH y al embarazo precoz que, debido a su edad, las ponen tanto a ellas como a sus hijos en situación de riesgo.
El Centro por los Derechos Reproductivos (Center for Reproductive Rights) apunta que en general, en países de América Latina y el Caribe, las leyes y políticas en salud reproductiva “son de las más restrictivas en el mundo, incluyendo el acceso a la información y el acceso a los servicios de salud básicos”.
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