La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que el agua es esencial para el cuerpo humano, ya que esta contribuye en regular la temperatura corporal, lubrica articulaciones y órganos, suma a tener una buena digestión y mantiene la piel lubricada y elástica.
Cuando una persona no ingiere el agua adecuada, la consecuencia es la deshidratación, que, dependiendo el nivel, puede traer consigo síntomas como debilidad, fatiga, dolor de cabeza y debilidad.
En personas sedentarias o con poca actividad física, en condiciones normales, agua se pierde a través de la sudoración, la orina, las heces y la respiración.
De manera general se recomienda beber de dos a tres litros de agua, aunque es de mencionarse que esto puede variar dependiendo la edad, actividad física, sexo y la dieta, de cada persona.
Según datos de BBC Mundo, expertos señalan que en realidad el cuerpo pide el agua que necesita, por lo que lo adecuado es brindárselos cuando lo requiera, es decir cuando se tiene sed, dejando de lado la cantidad de litros.
“El mito de que es demasiado tarde cuando tienes sed se basa en la suposición de que la sed es un marcador imperfecto, pero ¿por qué todo lo demás en el cuerpo debe ser perfecto y la sed imperfecta? Funcionó muy bien durante miles de años“, menciona para el medio, Courtney Kipps, docente de medicina clínica en el Instituto de Medicina Deportiva, Ejercicio y Salud de Londres, Reino Unido.
Lo mejor sería acudir con un especialista para que, de acuerdo con tus necesidades, te recomiende la cantidad de agua que tu cuerpo requiere para realizar sus funciones y evitar la deshidratación.
No obstante, es claro que el consumo de agua es vital, y aplazarlo o dejarlo de lado no es una decisión adecuada, por lo que enlistamos algunos consejos para que no se te pase tomarla.
- Ten siempre a la mano una botella de agua. Ya sea en tu lugar de trabajo o cuando salgas de casa, llévala contigo. Puedes agregarle frutas en trozos para que se te antoje más o ponerle hielos si es un día caluroso en el que agradecerás algo fresco.
- Descarga una aplicación que te recuerde tomar agua. Existen bastantes, en algunas puedes definir en que horario quieres el recordatorio e incluso te dan frases inspiracionales, solo es cuestión de hallar la adecuada para tus necesidades.
- Si el sabor del agua no es lo tuyo, opta por hacerla con alguna fruta, pero siempre sin agregar azúcar y cada poniendo menos de la fruta para que luego de algún tiempo el sabor más simple termine por agradarte.
- Haz parte de tu rutina el tomar agua. Después del ejercicio, antes o tras la comida, antes de ir a la cama o la hora de la cena. Incluye el agua en tu agenda.
- No lo pospongas. En el momento en el que tengas sed levántate y sírvete un vaso de agua o llena tu botella nuevamente.
Con información de Secretaría de Salud
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