En Uruapan, Michoacán se han registrado enjambres sísmicos, es decir un conjunto de sismos pequeños, algunos imperceptibles para la población, entre enero de 2020 y junio de 2021, lo que podría ser precursor del nacimiento de un volcán.
De acuerdo con académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), del 1 de mayo al 8 de junio pasados se detectaron en la región de Uruapan y el corredor volcánico Michoacán-Guanajuato 242 microsismos; mientras que de enero a junio suman 305. Además, en enero de 2020 también se registraron estos eventos, por lo que actualmente suman mil 102 sismos.
En un boletín, se detalló que Carlos Valdés González, investigador del Instituto de Geofísica (IGf), en conferencia de prensa virtual, destacó que era fundamental vigilar y monitorear esos enjambres sísmicos, pues si se presentan acompañados de otros factores vinculados con el nacimiento de un volcán, pueden ser riesgosos para los habitantes.
¿Qué se requiere para el surgimiento de un volcán?
Aclaró que, para el surgimiento de un coloso, o una erupción volcánica, se requiere, además: actividad sísmica, deformación del terreno, emisión de gases, manifestaciones hidrotérmicas y alteraciones visibles.
“La principal pregunta que nos surge es la posible actividad volcánica, porque México es un país volcanicamente activo, especialmente en esa región, donde hay más de mil 200 volcanes pequeños en el llamado campo de volcanes de Michoacán-Guanajuato”, detalló el también director del Centro de Estudios Mexicanos (CEM) UNAM-Costa Rica.
Magma no siempre llega a la superficie
Denis Xavier Francois, investigador del IGf, explicó que, aunque el conjunto de microsismos son una condición relevante, no es la única para el nacimiento de un nuevo volcán, por lo que destacó la relevancia de la observación científica constante sobre este fenómeno.
Hoy:
Se cumplen 77 años de la erupción del Volcán Paricutín.
Ubicado a 60 kms de Uruapan.
Vía: @institutomex.pic.twitter.com/tNNy2jGIYi
— Webcams de México (@webcamsdemexico) February 20, 2020
“Estos enjambres suponemos que están asociados al movimiento de magma, pero no siempre llegan a la superficie. Estos enjambres aparecieron en 1997, 1999 y 2006, y no llegó el magma a la superficie. Tal vez pasa lo mismo ahora, por lo que es muy importante seguir vigilándolos”, precisó.
En tanto, Luis Antonio Domínguez Ramírez, profesor de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) Morelia, hizo un llamado a la población que se ubica en la zona en la que se han registrado los enjambres a mantenerse atentos a emanaciones de gases y afectaciones a la vegetación, pues explicó que esta se seca cuando reciben temperaturas superiores a las que normalmente se encuentra el suelo.
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