¿Cuál es la diferencia entre acoso sexual y hostigamiento sexual?

Ambas conductas violentan a las mujeres y sus derechos en los distintos espacios de su vida cotidiana.

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¿Cuál es la diferencia entre acoso sexual y hostigamiento sexual?
Foto: Unsplash

Tanto el acoso como el hostigamiento sexual son representaciones de violencia, las cuales afectan en su mayoría a las mujeres y generan daños a la salud, integridad, a las oportunidades laborales y los derechos humanos de quienes son víctimas de estas, explica el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).

El acoso sexual es definido en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida libre de Violencia como:  “una forma de violencia en la que, si bien no existe la subordinación, hay un ejercicio abusivo de poder que conlleva a un estado indefenso y de riesgo para la víctima, independientemente de que se realice en uno o varios eventos”.

Mientras que el hostigamiento sexual se refiere a: “el ejercicio del poder, en una relación de subordinación real de la víctima frente al agresor en los ámbitos laboral y/o escolar. Se expresa en conductas verbales, físicas o ambas, relacionadas con la sexualidad de connotación lasciva.”

¿Cuál es la diferencia?

Con las definiciones anteriores podemos vislumbrar que la diferencia entre estas dos agresiones radica en que la segunda, el hostigamiento, ocurre en una relación en la que existe una jerarquía o estructura en escala, por ejemplo, si esta agresión se ejerce por parte de un jefe o director.

En tanto, la segunda, aunque también conlleva una relación de poder, se presenta cuando ambas personas se encuentran en el mismo nivel jerárquico, puede darse en la escuela, en el hogar, el transporte público, entre otros espacios.

¿Que ocasiona estas agresiones?

En la plataforma Cero Tolerancia, de Inmujeres, se explica que estas conductas violentas están motivadas por distintos factores, como los son el machismo, el abuso de poder y los estereotipos sobre los roles sexuales.

Además, a esto se suma la ineficacia de las autoridades para castigar estas representaciones de la violencia y la desconfianza que esto causa entre las mujeres, quienes suelen ser vulneradas durante el proceso, no se les da respuesta o se enfrentan a procedimientos demasiado largos.