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¿Qué tipo de terapias existen y para qué sirven?

Debido a que todos enfrentamos diferentes situaciones, las terapias se acoplan a lo que necesitamos en ese momento.

psicóloga en terapia
Foto: Pexels

Existen distintos enfoques utilizados en psicología y particularmente en las terapias. Un enfoque o una orientación teóricos es un modelo de intervención teórico construido por investigadores y clínicos que cuestionan el funcionamiento de la psique humana.

Estos enfoques ofrecen de alguna manera una explicación de la persona humana, su personalidad, sus reacciones, sus emociones y sus comportamientos que corresponden a una determinada lógica. A estos enfoques se injertan técnicas psicoterapéuticas que están de acuerdo con su referencia teórica.

Hay una gran cantidad de enfoques psicoterapéuticos, aquí hay algunos de ellos:

  • Psicoanálisis

Fue fundada por Sigmund Freud a principios del siglo XX, para luego transformarse gradualmente en una obra colectiva, en la que participaron los diversos colaboradores y alumnos de Freud. Durante poco más de un siglo, el pensamiento psicoanalítico se ha diversificado mucho, creando diferentes corrientes, en particular las escuelas de CG Jung, J. Lacan o incluso las de M. Klein y D. Winnicott. Sus principios básicos siguen siendo comunes.

El tratamiento psicoanalítico: consiste en un trabajo en profundidad a razón de 3 o 4 sesiones semanales en las que se lleva al analizando a contar libremente al psicoanalista todo lo que se le ocurra. El habla y la realidad psíquica del paciente están en el centro del tratamiento, así como la relación entre el paciente y el psicoanalista.

  • Psicoterapia sistémica:

Las terapias de orientación sistémica aparecieron en los Estados Unidos en la década de 1950 bajo el liderazgo del antropólogo Gregory Bateson. Con la escuela de Palo Alto, desarrolló una nueva comprensión del funcionamiento de los grupos humanos basada en las contribuciones de los sistemas y las teorías de la información, la pragmática de la comunicación y la cibernética.

La psicoterapia de orientación sistémica es el tratamiento de un problema relacional, psicológico y/o psiquiátrico, en el marco del sistema social en el que surge. Utiliza como palanca de cambio la entrevista con todas las personas afectadas por el problema o durante la psicoterapia individual, la conexión del problema de la persona con su entorno.

  • Psicoterapia cognitivo-conductual:

Durante la primera mitad del siglo XX, los psicólogos se preocupaban por profundizar en el conocimiento del comportamiento humano sobre la base de una ciencia racional y mensurable. A partir de esta corriente, los psicólogos del comportamiento, JB Watson y BF Skinner, confirman que el comportamiento humano está condicionado.

Gracias a un estilo terapéutico activo y colaborativo, el paciente y el terapeuta identifican conjuntamente las dificultades de la realidad cotidiana del paciente y definen el objetivo terapéutico a alcanzar. La terapia se centra en cómo funciona el problema, aquí y ahora, en sus diferentes componentes cognitivos (pensamientos), emocionales y conductuales, con el fin de comprender las consecuencias.

  • Terapia Gestalt

Frederick S Perls, psiquiatra, psicoanalista judío emigrado a los Estados Unidos, comenzó a desarrollar las bases de la terapia Gestalt a partir de la década de 1950 apoyándose en la Psicología Gestalt (psicología de la forma), los escritos psicoanalíticos, así como en la investigación fenomenológica y existencial.

La terapia Gestalt enfatiza la conciencia de lo que está sucediendo en el momento presente. Le interesa el “cómo” del funcionamiento de la persona más que la búsqueda de las causas en la historia del sujeto. Nos permite ver cómo a través de nuestro cuerpo, nuestras emociones, nuestros pensamientos, entramos en contacto e interactuamos con el mundo que nos rodea.

La presencia del terapeuta es activa, comprometida, involucrada, pero no directiva. Apoya el proceso y la integración del cambio. El terapeuta dialoga con el paciente y también se le puede pedir que proponga experimentos, por ejemplo, trabajando en movimientos, dibujos, fotos, etc.

  • Análisis Transaccional:

Creado por un psiquiatra estadounidense, el Dr. Eric Berne (1910-1970), el análisis transaccional surge de las tendencias humanistas, el psicoanálisis y las teorías de la comunicación. Integrador, tiene en cuenta la dinámica intrapsíquica (lo que se experimenta en la psique de la persona) y la dinámica interpersonal (lo que se experimenta en la relación con los demás).

La teoría del análisis transaccional se basa en algunos principios fundamentales:

  • Una premisa: cada persona hace lo mejor que puede en la situación tal como la percibe.
  • Un modelo funcional de la psique modulado por tres “instancias”, los estados del ego (Padre, Adulto, Niño). Estos influyen en el ser humano durante los conflictos internos, durante las decisiones y en su comportamiento con los demás.
  • La noción de “guion” o “escenario”, un plan de vida generalmente inconsciente basado en una imagen de uno mismo y del mundo desarrollado durante la infancia, que continúa, en la edad adulta, influyendo en el individuo a su manera para interpretar sus experiencias y para organizar su vida.
  • Una dinámica: la necesidad de un reconocimiento común necesario para toda persona humana.
  • El enfoque centrado en la persona:

El enfoque centrado en la persona fue desarrollado ya en 1940 por el psicólogo estadounidense Carl Rogers (1902-1987). Está destinado a centrarse en la persona y no en un problema, enfermedad o síntoma en particular.

Durante la sesión se escucha al cliente con empatía, en una relación de confianza y autenticidad. El psicoterapeuta respeta tres actitudes fundamentales definidas por C. Rogers:

  • Congruencia o acuerdo consigo mismo: esto lleva al cliente a frustrar sus mecanismos de defensa para restablecer su propia congruencia.
  • Comprensión empática: sin dejar de ser él mismo, el psicoterapeuta busca ponerse en el lugar de su cliente. Entrar en su mundo y sus sentimientos, tratando de verlos desde el mismo ángulo.
  • La aceptación positiva incondicional de lo que comparte el cliente: según C. Rogers, la mayoría de los problemas psicológicos surgen de la rareza de tal aceptación por parte de los padres durante la infancia.

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