La reina Isabel II anunció que el gobierno de Reino Unido buscará la prohibición de las “terapias de conversión”, las cuales pretenden “modificar” la identidad de género, la orientación sexual o la expresión de género, que sea distinta a la heterosexual.
“Se tomarán medidas para abordar las disparidades raciales y étnicas y prohibir la terapia de conversión”, declaró la reina en su discurso anual, ante el Parlamento del Reino Unido, de acuerdo con información de The Washington Post.
El medio inglés Gay Times abundó que Isabel II mencionó en su informe que el gobierno “fortalecerá y renovará la democracia y la Constitución”, y “protegerá la libertad de expresión, restaurará el equilibrio de poder entre el Ejecutivo, la legislatura y los tribunales”.
Her Majesty The Queen, accompanied by The Prince of Wales and The Duchess of Cornwall, will open a new session of Parliament this morning.
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— The Royal Family (@RoyalFamily) May 11, 2021
LGBTQ Nation apuntó que Liz Truss, ministra de La Mujer e Igualdad de Reino Unido, declaró tras el discurso de la reina que con la implementación de medidas para erradicar las terapias de conversión buscan asegurarse de que las personas estén protegidas.
“Estas propuestas significan que nadie será sometido a terapia de conversión coercitiva y aborrecible. Junto con esta legislación, ponemos a disposición nuevos fondos para garantizar que las víctimas tengan un mejor acceso al apoyo que necesitan”, abundó.
En esta línea, acorde con Reuters, el gobierno del primer ministro Boris Johnson aseguró que se presentarán medidas para poder prevenir esas “prácticas aborrecibles que pueden causar daño mental y físico”.
Desde rezos hasta castración química, pasando por terapias de electrochoque e internamientos forzados en clínicas, son algunos de los métodos todavía utilizados en las mal llamadas “terapias de conversión”, explica la @ILGAWORLD. https://t.co/SaYdyP7x83
— ViBE TV (@ViBETVmx) April 16, 2021
Desde 2018, Theresa May, quien se desempeñaba como primera ministra había anunciado un plan en el que se incluía la prohibición de las “terapias de conversión”, las cuales han sido calificadas como “inherentemente discriminatorias, crueles, inhumanas y degradantes”, acorde con Víctor Madrigal-Borloz, experto Independiente de las Naciones Unidas sobre orientación sexual e identidad de género.
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