Malos hábitos en la oficina que debemos dejar atrás

Tu imagen profesional puede resultar gravemente dañada a causa de los comportamientos negativos.

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Oficina
Foto: Pexels

Lo creas o no, los malos hábitos en la oficina pueden arruinar un futuro brillante y por eso es importante que los dejes atrás si deseas conseguir un ascenso, un aumento de sueldo o simplemente continuar estable en la empresa.

Romper con los malos hábitos, pero rutinarios, implica un desafío, pero con suficiente disciplina y compromiso, podrás ver resultados en tu desempeño, en tu relación con los compañeros de trabajo e incluso en tu estado de ánimo.

Evita que tu trayectoria profesional se arruine y evita ya los siguientes malos hábitos en la oficina.

Procrastinar

Esta es la madre de los malos hábitos. Ya sea que te distraigas platicando con los compañeros o estando “pegado” a la cafetera, procrastinar solo te causará problemas con los tiempos de entregas de tus proyectos o una mala imagen profesional. Lo mejor es que dejes las distracciones de lado, te organices y aproveches al máximo tus horas en la oficina.

Un escritorio desordenado

¿Eres de las personas que tienen decenas de documentos por todo el escritorio o, peor aún, los restos de la comida? Definitivamente tienes un pésimo hábito. Tus compañeros o jefes juzgan tus capacidades al ver tu espacio de trabajo. Por eso, lo mejor es que este se encuentre siempre limpio, con los objetos organizados y libre de cosas demasiado personales.

Ser distante o grosero

La buena etiqueta en la oficina empieza siendo amable y tratando con respeto a los compañeros de trabajo. Puede que algunas personas te caigan mal, pero siempre puedes mantener una relación cordial con ellas, por el bien de tu imagen profesional. La comunicación asertiva es una de las claves para que cualquier empresa tenga éxito.

Abordar temas personales

Para muchas personas es una grosería que sus compañeros pasen mucho tiempo hablando por teléfono sobre asuntos personales en la oficina. Si evitarlas por completo no es una opción, la recomendación es hacer llamadas breves y ubicarse en un espacio en el que no se distraiga a los demás. Además, a los jefes no les gustan este tipo de distracciones.

Llegar tarde

Como parte de la organización, también es importante no llegar tarde a la oficina. Si lo haces, estás mostrando falta de respeto por tu trabajo, jefes y compañeros. Ser puntual es un buen hábito que te ayudará a tener éxito no solo en lo profesional, sino también en lo personal. Esto aplica igualmente para las juntas y citas con los clientes.

Olvídate de una vez por todas de estos malos hábitos en la oficina y comienza a reflejar y ser el excelente profesional que llevas dentro.

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