Levantarse temprano puede ser todo un desafío, sobre todo cuando las horas de sueño no fueron las suficientes o cuando no estás acostumbrado a despertar a cierta hora de la mañana.
Si bien luego de posponer la alarma al menos un par de veces logras abrir los ojos, estirarte e intentar motivarte para salir de la cama, lo cierto es que ni la energía ni las ganas de hacerlo parecer llegar.
No obstante, cuando estás de pie y comienzas a realizar tus labores o a consentirte con un vaso de agua, un café o un desayuno, te das cuenta de cuánto te va a rendir el día para hacer tanto tus obligaciones como actividades que te agradan, con algunos descansos entre ellas.
Así que si tu propósito es hacer de levantarse temprano algo cotidiano, te dejamos algunos consejos para que los pongas en práctica y poco a poco te hagas una persona experta en madrugar.
- Fija una hora para acostarte y una para levantarte, considerando que lo mínimo que debe dormir un adulto son seis horas.
- Crea una rutina antes de dormir en la que dejes los aparatos electrónicos al menos una hora antes de ir a acostarte, prepares tu recamara de manera ideal para conciliar el sueño y evites la cafeína, el alcohol o comer de más.
- Realiza algo que te traiga calma horas antes de ir a la cama, puede ser escribir, leer, escuchar música relajante o simplemente disfrutar el momento.
- Cuando suene la alarma es momento de levantarse temprano; siéntate, apágala, estira tu cuerpo, medita unos minutos y pon los pies fuera de la cama.
- Crea una rutina para las mañanas que te haga sonreír. Incluye en esta una colación que te guste para empezar el día, ejercicio para activarte, un baño reconfortante, un poco de música que te anime y un desayuno saludable y delicioso.
- Recuerda que debes evitar tomar siestas por las tardes y debes intentar no dormirte más tarde de lo apropiado para descansar el tiempo que necesitas.
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