Para tener paz mental y olvidarte del estrés, meditar es algo que debes hacer todos los días. Como todas las cosas buenas, comenzar con esta práctica puede ser un poco difícil y por eso queremos compartirte tres tipos de meditación sencillas que puedes adoptar para tu día a día.
De forma abreviada podemos decir que la meditación es la práctica de enfocar la mente y desarrollar conciencia para obtener claridad y calma. Entre sus beneficios, además, se encuentran, mejorar el sueño y la concentración, aumentar la felicidad y hasta combatir algunas enfermedades.
Si quieres comenzar ya a meditar, aquí hay tres tipos de meditación que podrías probar.
1. Meditación guiada
Este tipo de meditación es perfecto para los principiantes, ya que un maestro, ya sea en persona o mediante un audio o video, te guía a través de la práctica. Este puede ayudarte a concentrarte verdaderamente y aprovechar al máximo una nueva experiencia.
Lo principal en esta meditación es que busques a algún maestro, puede ser en YouTube, Spotify o TikTok, que te guste y que hable sobre temas de tu interés, como el alivio del estrés, el amor propio o mejorar el sueño.
2. Meditación con mantras
En este tipo de meditación enfocas tu atención en mantras, una palabra, frase o sílaba. Este es un buen enfoque para esos días en los que los pensamientos y sentimientos parecen muy abrumadores, ya que tu cerebro tendrá algo más en que concentrarse.
Para practicar esta meditación necesitas elegir un mantra que resuene para ti, como “Soy digno” o el clásico “Om”. Repite la palabra, frase o sílaba de tu elección una y otra vez durante unos minutos, combínalo con una respiración profunda.
3. Meditación de “bondad amorosa”
También conocida como meditación Metta, este tipo de práctica tú llevas tu consciencia a las personas en tu vida (tanto cercanas como lejanas, conocidas y desconocidas, y agradables o desagradables), y diriges tu energía y pensamientos positivos a ellos.
Para hacer una meditación de bondad amorosa necesitas: Sentarte cómodamente, cerrar los ojos y, mientras inhalas, imaginas que estás respirando calidez, compasión y amor incondicional por ti. Al exhalar, piensa que estas dirigiendo esos sentimientos a las personas que te rodean.
Cualquiera de estos tipos de meditación que elijas te puede ayudar a sentirte mejor. Si te es posible, practícalos todos en tu día a día.
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