La crisis ocasionada por la pandemia de Covid-19 ha causado estragos en todos los ámbitos, desde el económico hasta el de la educación, por supuesto afectando en mayor medida a los grupos vulnerables.
Los niños no son la excepción, pues según datos de la Unicef, durante los últimos 12 meses desde que se declaró la emergencia sanitaria se ha registrado un aumento en el numero de niños que pasan hambre, son víctimas de abuso o sufren ansiedad.
Education isn’t the only thing children miss out on when they are out of school.
What does school mean to you and what have you missed most during COVID-19? Let us know in the comments.@UReportGlobal pic.twitter.com/DmGqByOsgY
— UNICEF (@UNICEF) April 10, 2021
Además, su educación se ha visto interrumpida en millones de casos, pues es de resaltar que al menos uno de cada tres niños no pudo acceder a la educación a distancia con el uso de medios o plataformas digitales.
Según la información disponible, dos terceras partes de los lugares en los que las escuelas se han cerrado total o parcialmente se encuentran en América Latina y el Caribe.
De acuerdo con un comunicado de la organización internacional las alteraciones sociales y económicas -pues ante la crisis familias enteras están entrando en la pobreza- pueden aumentar las posibilidades de que se lleve a cabo un matrimonio infantil; se estima que al final de esta década ocurran 10 millones de matrimonios infantiles más.
Un informe de noviembre de 2020 del organismo detalla que “el número de niños que vivían en hogares pobres desde el punto de vista financiero podía aumentar en 140 millones antes del final de ese año”.
“I’m so excited that I’m going back to school. Education is the most beautiful thing in the world,” says six-year-old Sondus.
Here’s what returning to the classroom looks like for children living in Za’atari refugee camp, Jordan. pic.twitter.com/CqEM4GVVKG
— UNICEF (@UNICEF) April 11, 2021
Sumado a estas consecuencias, también se ha reportado que durante 2020 al menos uno de cada siete niños y jóvenes se mantuvieron confinados, lo que trajo consigo que sufrieran ansiedad, depresión y aislamiento.
Mientras que, en lo referente a la alimentación, en noviembre del año pasado se estimaba que entre seis y siete millones de menores de cinco años habían sufrido malnutrición aguda en lo que iba del año, lo que muestra un aumento del 14%.
“Las señales de que los niños sufrirán las peores consecuencias de la pandemia durante años son inconfundibles”, sentenció Henrietta Fore, Directora Ejecutiva de UNICEF.
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