Desde hace varios años se gesta un movimiento mundial que tiende a mostrar las violencias machistas que se han perpetuado y normalizado en la sociedad, y una herramienta que sirve para identificar este tipo de patrones es el iceberg de la violencia.
El concepto original fue definido por el sociólogo Johan Galtung, quien elaboró un modelo con forma de pirámide para entender cómo se genera violencia y cómo está parte de violencias estructurales y culturales no tan visibles, las cuales culminan en violencias físicas.
El propio Galtung explicó que la violencia es como un iceberg, cuya punta representa las agresiones verbales y ataques físicos, y la base las violencias “ocultas” que legitiman, promueven o justifican las primeras.
Oculta tras las puertas del hogar, se encuentra la violencia vicaria, considerada maltrato infantil, pues consta de la agresión hacia los hijos e hijas. Descubre si eres víctima de ella. https://t.co/EBKTirxAnQ
— ViBE TV (@ViBETVmx) April 9, 2021
De la pirámide al iceberg de la violencia
Una versión actualizada y una de las más difundidas sobre el iceberg de la violencia es la que creó Amnistía Internacional, y en la cual se observa de manera más clara cómo opera la violencia.
En la punta, se colocan formas de violencia explícita y visible como las agresiones físicas, el abuso sexual, los gritos, las amenazas, los insultos, los asesinatos y las violencias.
“Debajo del agua” se esconden violencias sutiles o invisibles que van desde culpabilizar a una víctima de agresiones físicas; el chantaje emocional; la humillación; los estereotipos de género; el lenguaje sexista, y los micromachismos.
El Iceberg de la violencia de género. Parte con chistes y lenguaje sexistas. sigue con chantaje emocional o humillación, escala a abuso sexual e incluso femicidio.
Por eso debemos trabajar por una educación no sexista. Porque no queremos que este iceberg exista. pic.twitter.com/wwjSDxlsPB
— Observatorio Contra el Acoso – Chile (@ocacchile) May 15, 2018
Con el iceberg de la violencia se pueden advertir situaciones cotidianas en el hogar o el trabajo que en realidad son violencias justificadas, las cuales en varios casos llegan a escalar hasta las agresiones o crímenes de género.
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