Violencia simbólica, ¿qué es y cómo combatirla?

La violencia simbolica no usa la fuerza física, sino las relaciones de poder y sumisión.

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El machismo que hay detrás de los hombres mujeriegos
Foto: Pixabay

La violencia simbólica es aquella que no utiliza la fuerza física, sino que se basa en la imposición y reproducción de poder y autoridad; ha sido tan normalizada, al estar presente de manera cultural, que es común que quien es víctima de esta, lo pase por desapercibido.

Un documento del Consejo Nacional de Población (Conapo), explica que este tipo de violencia se refuerza a través de tradiciones y prácticas cotidianas que reproducen relaciones basadas en el dominio y la sumisión, imponiendo jerarquías.

El concepto de violencia simbólica surge a partir del sociólogo francés Pierre Bourdieu, quien realiza un análisis sobre la dominación en general y señala que esa violencia se apoya de “expectativas colectivas” de “creencias socialmente inculcadas, y transforma las relaciones de poder y sumisión en relaciones afectivas, destaca la investigación “La noción de violencia simbólica en la obra de Pierre Bourdieu: una aproximación crítica”, de Manuel Fernández.

¿Cómo se ve o escucha la violencia simbólica?

Un ejemplo de la violencia simbólica son los micromachismos, esas acciones que pueden parecer inofensivas, pero que en realidad son agresiones impulsadas por el machismo, y entre las que se encuentra el sexismo en el lenguaje, la asignación de roles por género y los mal llamados “piropos”, que en realidad son acoso callejero.

La reproducción en medios de comunicación, películas, entre otros productos mediáticos de una mujer estereotipada, presentada como una persona frágil, que necesita ayuda o a quien se le sexualiza o da relevancia por su apariencia física.

La dominación de lo masculino sobre lo femenino en distintos ámbitos, como el caso del lenguaje, en donde lo masculino es considerado el término neutro o universal y se utiliza para dirigirse a una persona o grupo sin considerar su visibilización e integración en la sociedad.

Afroféminas destaca que otro ejemplo de violencia simbólica es restringir la movilidad de las mujeres, ya sea al obligarlas a usar un burka o, en el occidente, a utilizar ropa hecha para resaltar su cuerpo, en lugar de para hacerla sentir cómoda y libre.

Fomentando los roles de género, ya sea través de discursos en los que se señala a la mujer como una subalterna del hombre, en los que se le empuja a dedicarse a las labores domésticas, se le obliga a vestir o lucir de cierta manera o se le cuestiona o agrede por no cumplir con los estándares de la sociedad patriarcal sobre lo que dice que es una mujer.

¿Cómo identificar la violencia simbólica?

Lo primero, es ser conscientes sobre las relaciones que se mantienen, ya sea en el ámbito escolar, laboral, en la relación de pareja, o prácticamente en cualquier área, para luego, explica la Conapo, identificar conductas, actitudes, el trato o las palabras que reflejan:

Relaciones en donde una de las partes es discriminada

Que se tiene que cumplir con normas pese a las necesidades personales

Hay una sobrevaloración de ciertos atributos y conductas de descalificación de los opuestos

Existen roles exclusivos para distintas áreas

Existe una dominación de lo masculino sobre lo femenino

¿Cómo se combate la violencia simbólica?

La instancia detalla que algunos métodos para “desactivar” esta violencia son:

Cuestionar la ideología predominante.

Analizar productos culturales como la música o las películas para identificar los mensajes de violencia simbólica y evitar reproducirlos.

Hacer visibles e ir en contra de los micromachismos para eliminarlos de lo cotidiano.

Ser consciente sobre los derechos de todas las personas.

Usar un lenguaje incluyente.

No reproducir chistes, compartir memes o usar frases que discriminen.

Generar conciencia sobre que la violencia simbólica no es lo normal, sino que se trata de un producto de la socialización que debe modificarse.

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