El lenguaje incluyente, un modo de visibilizar la diversidad de la sociedad

El uso del lenguaje incluyente suma a la no discriminación.

333
El lenguaje incluyente, un modo de visibilizar la diversidad de la sociedad
Foto: Priscilla Du Preez on Unsplash

El lenguaje es un reflejo de la propia cultura, por lo que, al igual que el sistema que rige la sociedad, ha mostrado ser difusor de estereotipos y roles de género, que fomentan la discriminación.

“El lenguaje es una expresión de nuestro pensamiento, un reflejo de los usos y costumbres de una sociedad y cultura determinadas”, define la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres.

Mediante esta herramienta de comunicación se ha naturalizado la discriminación y la desigualdad, la cual se ve de manera clara entre hombres y mujeres; un ejemplo de esto es que el masculino se usa como el universal o el neutro a la hora de hablar o escribir.


Según datos de Igualdad INE, el lenguaje incluyente tiene como objetivo evitar masculinizar o feminizar el modo de comunicación y “visibilizar de manera adecuada a todas las personas sin desvalorizar ni minimizar a ninguna de ellas”.

Este modo de expresión, tanto oral como escrito y visual destaca la diversidad que existe dentro de la sociedad, y distingue a quienes se encuentran dentro de ella con el fin de promover la igualdad entre el género humano.

En el Manual de Comunicación no Sexista del Instituto Nacional de Mujeres se destaca que “la exclusión de las mujeres del lenguaje es el correlato de su exclusión de espacios relevantes de la vida social. Y aún más, se envía otro mensaje asociado al anterior: el varón es la medida de lo humano”.

Por ello, ante la necesidad del uso de un lenguaje que no discrimine ni sea señalado como violencia simbólica, se han establecido algunas recomendaciones que sirven como guía para el uso adecuado de este.

No generalizar en masculino

No es correcto que cuando existe un grupo formado por mujeres y hombres, este último sea el que se toma como el neutro, por lo que se dirigen al conjunto de forma masculina.

En este caso, se puede recurrir a los abstractos es decir que se rescatan los elementos relevantes de las cosas en general, por ejemplo, en lugar de señalar en individual asesores o asesoras, se podría utilizar personas que brindan asesoría.

En lugar de mencionar “el tutor” o “los tutores” podría utilizarse “la tutoría o tutorías” y en lugar de los redactores, “la redacción”.

La humanidad en lugar de “el hombre”

Es común que para referirse a la humanidad en general, se utilice el término el hombre, sin embargo, para evitar lo masculino, se puede usar “la humanidad” o “la especie humana”.

Usar el término en femenino cuando se esté hablando de una mujer

En este caso, según datos del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación en la Ciudad de México (Copred) se deben usar el femenino cuando se este hablando de una mujer, por ejemplo la funcionaria, la gerenta, la clienta, la proveedora o la médica, evitando usar el masculino como el general.

Usar el término “personas”

“Personas” incluye tanto a hombres como a mujeres, por lo que, no solo en el caso entre hombres y mujeres, sino en el de otros grupos vulnerables o en situación de discriminación se puede usar esta palabra.

Ejemplo:

En lugar de los afrodescendientes, que no es incluyente, se utiliza las personas afrodescendientes; en  vez de los homosexuales, las personas homosexuales y en lugar de los ancianos, las personas adultas mayores.


Las recomendaciones para expresarnos sin discriminar son variadas, distintas y sobre todo necesarias, por lo que aquí te dejamos una guía de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para que resuelvas tus dudas sobre situaciones, sustantivos, artículos o algún tema del lenguaje incluyente en concreto.

También te puede interesar:

¿Por qué es importante denunciar en casos de violencia de género?

Rachel Levine hace historia como la primera secretaria de EU abiertamente transgénero

Misisipi excluye a estudiantes transgénero de competencias deportivas femeniles

En México, es más probable ser víctima de violencia de género que de Covid-19