Los productos químicos sintéticos y los plásticos se pueden encontrar en casi todos los rincones del mundo, desde las profundidades de los océanos hasta el interior de los niños humanos, de hecho, un estudio señala que la contaminación también podría afectar a aquellos bebés que se encuentran en el vientre de su madre.
Eso podría causar estragos en nuestro sistema reproductivo, como argumenta la famosa ambientalista, Erin Brockovichl, en un artículo reciente para The Guardian, en el que explora las ramificaciones de un nuevo libro sobre epidemiología reproductiva de Shanna Swan llamado Countdown.
Según la investigación de Swan, los productos químicos en el medio ambiente ya están relacionados con una variedad de cambios en los cuerpos de las personas vivas, incluida la caída precipitada del recuento de espermatozoides. De hecho, según un estudio de 2017 realizado por la propia Shanna, la contaminación puede incluso estar provocando que los bebés nazcan con penes más pequeños.
The planet is 71% Water. Our bodies are 60% Water.
Take a moment today to appreciate that
WE ARE WATER.#WorldWaterDay #WorldWaterDay2021 #SaveWater #WaterIsLife pic.twitter.com/5fO0qAE06S— Erin Brockovich (@ErinBrockovich) March 22, 2021
Llegamos a un punto de ruptura
Algunos de estos productos químicos, a menudo denominados PFAS (sustancias polifluoroalquilo), son particularmente preocupantes porque no se degradan en la naturaleza. Eso significa que a medida que introducimos más y más plásticos en el medio ambiente, “la humanidad está llegando a un punto de ruptura”, argumenta Brockovich.
En su libro, Swan describe algunos hallazgos alarmantes. En promedio, dice, un hombre hoy tendrá la mitad del esperma que tenía su abuelo, y una mujer de 20 años será menos fértil que su abuela a los 35 años.
Los productos químicos PFAS podrían estar contribuyendo a este problema, argumenta Swan, y las alteraciones de las hormonas masculinas tienen que ver con una “reducción de la calidad del semen, el volumen testicular y la longitud del pene”, según cita Brockovich.
1/4: The whole spectrum of reproductive problems in males are increasing by about 1% per year in Western countries [including]…rates of declining sperm counts, decreasing testosterone levels & a rise in the prevalence of erectile dysfunction…https://t.co/R8ckAFF2Pw
— Shanna Swan, PhD (@DrShannaSwan) March 17, 2021
Sin estrategia contra contaminación
Lo que agrava el problema es que los gobiernos de todo el mundo están abordando el tema de formas muy diferentes. Si bien, Europa ha puesto límites a los productos químicos tóxicos que pueden inhibir la salud reproductiva, mientras que Estados Unidos todavía está rezagado en términos de regulación, principalmente debido al cabildeo, escribió Erin.
Los organismos reguladores también están clasificando diferentes productos químicos de distintas maneras, abordando algunos compuestos tóxicos y permitiendo otros.
Brockovich llama a esta contaminación un “problema global” que está “virtualmente presente en los cuerpos de cada ser humano”, y eso es realmente una mala noticia si está matando nuestra capacidad de reproducción.
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