Los humanos, los hurones, los gatos, las civetas (una especie de comadreja) y los perros son los animales más susceptibles a contraer COVID-19 de acuerdo con un estudio realizado por el Centro de Regulación Genómica de Barcelona publicado en PLOS Computational Biology.
El trabajo analizó cómo reacciona el SARS-CoV-2 en 10 especies de animales en los que se han detectado casos de COVID-19: humanos, hurones, gatos, civetas, perros, ratones, ratas, cerdos, pollos y patos.
El equipo liderado por Luis Serrano estudio dos factores sobre el comportamiento del COVID-19 en el cuerpo de estos animales para llegar a sus conclusiones: qué tan fácil se contagian estas especies y qué tanto tarda el virus en adueñarse de las células del ser infectado.
📚Ferrets, cats and civets most susceptible to coronavirus infection after humans#CRG researchers used computer modelling to test how the virus uses its spike proteins, which protrude from the surface, to infiltrate the cells of different animals
➡️https://t.co/q0AgQ2W1IG pic.twitter.com/iRAGkvc86j
— Centre for Genomic Regulation (CRG) (@CRGenomica) December 10, 2020
Con modelos computacionales, los investigadores españoles determinaron que las células de los humanos, hurones, gatos, civetas y perros son más susceptibles a la espiga proteína AE12 del SARS-CoV-2, en contraste con las células de los ratones, ratas, cerdos, pollos y patos.
El segundo factor que estudiaron fue el llamado índice de codones, concepto que se refiere a la capacidad del virus para invadir el núcleo de las células. Los humanos, los pollos y los patos tienen los índices más altos aunque las otras especies resultaron peores para adaptarse a la invasión del coronavirus.
Sumando ambos factores, los animales más susceptibles al COVID-19 son los humanos, los hurones, seguidos en menor medida por los gatos, civetas y perros.
Serrano explica que los resultados demuestran que el contacto directo es clave para el contagio, ya que el nivel de susceptibilidad es alto en hurones y en gatos, pero sólo se han detectado posibles brotes en criaderos de hurones mientras que no hay casos sobre contagio directo de un felino a un humano.
“Aunque también encontramos una susceptibilidad potencial a la infección en gatos, estos no coexisten con los humanos en las mismas condiciones que otros animales, lo que puede explicar por qué hasta ahora no se conocen casos de personas infectadas por sus mascotas”, declaró Serrano para EFE.
Los investigadores esperan que estos resultados puedan servir para crear tratamientos que sirvan como carnada para la espiga ACE2 y de esta forma evitar el contagio del SARS-CoV-2 a otras células.
“Ahora estamos diseñando miniproteínas a partir de la proteína ACE2 humana para ‘distraer’ la atención del virus en las puertas de entrada de las células y bloquear una infección. SI en el futuro surgen nuevas mutaciones de la proteína espiga, podemos diseñar nuevas variantes para bloquearlas”; declaró Luis Serrano.
También te puede interesar:
Inauguran primera clínica veterinaria de Nezahualcóyotl
Murió mi mascota: ¿Cómo vivo el duelo?
Perros al rescate: pueden rastrear el COVID-19
Acuario Inbursa sobrevive a la pandemia