La crisis por el nuevo coronavirus ha incrementado el desgaste profesional, o síndrome de burnout (que podría traducirse como estar quemado laboralmente).
El burnout es “un síndrome derivado del estrés crónico en el lugar de trabajo”, define la Organización Mundial de la Salud (OMS). En 2019 este padecimiento fue incluido en el listado de padecimientos laborales y a partir del 2022 será considerado así en todos los países miembros, México entre ellos.
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De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), nuestra nación es una de los que más fatiga por estrés laboral padecía antes del nuevo coronavirus. Al menos 75% de las personas trabajadoras lo sufría, superando a quienes laboran en China (73%) o Estados Unidos (59%).
De acuerdo con la COVIDiSTRESS Global Survey, la población en México está cerca de los niveles altos de estrés. El estudio, que compara 56 países.
La Norma Oficial Mexicana NOM 035 también será una herramienta para prevenir el burnout. Ese mecanismo fue creado para determinar las condiciones en el entorno laboral que podrían causar padecimientos mentales entre los trabajadores.
Su aplicación es obligatoria y consta de dos etapas. La primera comenzó el 23 de octubre del 2019 y se trata de la identificación de los trabajadores “expuestos a acontecimientos traumáticos severos, y la difusión de la información”, según la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).
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La segunda comienza el próximo 23 de octubre de este 2020. Será entonces cuando las empresas deben identificar los factores de riesgo psicosocial, evaluar el entorno laboral, practicar exámenes médicos a los trabajadores y crear un plan de control para evitar que padezcan una enfermedad laboral.