Después de muchos años psiquiatras historiadores han concluido que el diagnóstico que en su momento explicó el comportamiento errático de Vincent Van Gogh no era causado por la sífilis y tampoco tenía epilepsia, sino que indagando en sus cartas y pertenencias 30 de estos expertos llegaron a la conclusión que el famoso pintor holandés sufría de bortes psicóticos.
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La psicosis es un síntoma de varias enfermedades entre los que se relaciona la esquizofrenia, los desórdenes bipolares e, incluso, la depresión. La Asociación Psiquiátrica Estadounidense explica que la psicosis puede definirse como una “grave incapacidad para interpretar la realidad“.
Estas conclusiones marcan un avance para explicar muchas de las obras, el estilo ensoñador y los pasajes de la vida de este personaje que muchos han catalogado como conflictivo y fuera de lo común.
Según los relatos y las biografías del pintor, sería la noche del 23 de diciembre de 1888, cuando el colaborador de Van Gogh, el artista Paul Gauguin amenazó con irse del estudio de Van Gogh en Arles, este tomó un cuchillo y se cortó su oreja izquierda en su primer episodio psicótico.
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Esto pareciera evidente, pero los médicos que trataban al pintor holandés en esa época lo habían diagnosticado con epilepsia, sin embargo la definición de la enfermedad con la que fue diagnosticado ha cambiado en más de un siglo de investigaciones científicas y ya no corresponde al cuadro mental que tenía el pintor.
El 29 de julio de 1890, Van Gogh murió de un disparo. La teoría más difundida es que el autor de “La Noche Estrellada” se suicidó.
Y aunque las cartas reveladas por el museo Van Gogh no pongan un punto final a la discusión, permiten acercarse de manera más profunda a la mente de uno de los pintores más importantes del siglo XIX.
