Hacia una mejor generación de niños con educación financiera

La educación financiera es muy importante fomentarla desde edades tempranas para que los niños tengan en cuenta cómo y cuanto cuestan sus necesidades básicas.

326
Educación financiera
Foto: Pixabay

Es importante fomentar la educación financiera desde edades tempranas de crecimiento para motivar a los pequeños a ahorrar y también para que entiendan cómo funciona su entorno y cuánto cuestan sus necesidades básicas. Si quieres que tus hijos comiencen a entender el mundo de las finanzas te damos estos sencillos consejos:

1.Después del trabajo viene la recompensa

Gratificar a los pequeños luego de que hayan realizado alguna actividad sencilla (como bañar al perro o ayudar a pintar la casa), les demuestra que el trabajo y la dedicación generan un valor que es recompensable con dinero.

2. Ahorrar siempre es bueno

“Idealmente las metas deberían ser pequeñas al principio y alcanzables en lapsos cortos (de un domingo a otro, por ejemplo), precisamente para que los niños no se aburran o las vean difíciles de alcanzar… y conforme avancen pueden irse a objetivos más grandes, como un campamento o la ida a un determinado parque de atracciones”, recomienda en su página en internet Sofía Macías, autora del libro Tengo iniciativa, educación financiera y emprendimiento para niños.

3. La organización es importante

Es importante en la educación financiera para niños que la organización es primero, por lo que debes mostrarles cómo administrar su ahorro: cada vez que guarden o saquen dinero de su alcancía, registren juntos en una libreta los movimientos  y añade una fecha. Así los niños comprenderán la importancia de saber a dónde se destinan los recursos que se tienen y con cuánto pueden contar para sus metas.

4. Anímalos a emprender

El aprendizaje basado en juegos siempre ha sido una de las formas más efectivas y divertidas para la educación, y no es diferente para las finanzas, deja que los niños comprendan que el dinero no aparece por generación espontánea y anímales a que ellos mismos pueden generarlo con juegos o actividades que a ellos se les ocurran.