Veneno de escorpión detiene la metástasis

Una de las toxinas del veneno del escorpión se ha comprobado que ayuda a detener la metástasis en los procesos de expansión del cáncer a otros órganos.

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Escorpión
Foto: Pixabay.

El escorpión podría tener bondades curativas o al menos que se pueden ocupar para un tratamiento contra el cáncer descubrieron investigadores de la UNAM, ya que a partir de una de las toxinas más potentes encontradas en la naturaleza, investigadores del Instituto de Química de la UNAM desarrollaron un doble mutante de tamapina que inhibe la migración de células metastásicas, fase responsable de la expansión de la enfermedad a otros órganos además de donde se tenía el primer diagnóstico y que puede provocar la muerte.

La tamapina (un péptido pequeño formado por 31 aminoácidos) es una toxina del veneno del escorpión rojo de la India ya que mediante resonancia magnética nuclear e ingeniería genética, el grupo de Federico del Río Portilla y Marlen Mayorga Flores desarrolló un derivado de la tamapina, que es más eficiente que la toxina del escorpión rojo de la India en la inhibición de los canales SK3.

Los investigadores de la UNAM pudieron determinar la estructura molecular de la tamapina. La tamapina, como otras toxinas del veneno de arácnidos, bloquea o regula los canales iónicos de sodio (Na) y potasio (K). Además de obtener cantidades apreciables de tamapina, la ingeniería genética permite hacer mutantes (modicaciones estructurales) de esa neurotoxina para conocer si tienen nuevos efectos sobre las células y organismos, y comprender sus mecanismos de acción sobre diferentes blancos moleculares.

“Una célula tiene muchos canales. Es como un globo con un gran número de agujeros por los que pasan iones (sodio, potasio, cloruro, magnesio…), aminoácidos e incluso agua, que la alimentan y le dan energía para que realice sus funciones”, dice Del Río Portilla. Los SK son canales de potasio de baja conductancia dependientes del calcio.

A esta familia pertenecen los SK2 y SK3, canales iónicos que pueden estar en las células de todo el cuerpo, preferentemente del sistema nervioso. Entre las funciones que ejercen en distintos tipos de células, los canales SK están ampliamente involucrados en los procesos de la memoria y del aprendizaje.