¿Por qué se habla poco de la andropausia? No sólo las mujeres presentan cambios hormonales, también los hombres, sobre todo entre los 40 y los 55 años de edad, etapa que se llama andropausia y que representa la disminución en la producción de testosterona, la hormona que se produce en los testículos y en las glándulas suprarrenales, y que cumple funciones similares al estrógeno en la mujer.
¿Cuáles son los síntomas de la andropausia?
De acuerdo con Jorge Reskala, médico naturópata experto en nutrición celular, la andropausia puede provocar síntomas como disminución de libido, disfunción eréctil, fatiga crónica, aumento del tejido graso en el área abdominal, pérdida de cabello, exceso de irritabilidad y desmotivación.
También suele ir acompañada de ciertos trastornos de salud como problemas vasculares y de próstata así como aumento del ácido úrico.
“Es por ello que es recomendable a partir de los 40 años, realizarse cada 6 meses estudios como Biometría Hemática, Química de 27 Elementos y Examen General de Orina de manera preventiva pues en términos de salud, debemos dejar de ser meramente reactivos y aprender a prevenir”, comenta el especialista en homeopatía, medicina gerco/árabe y en neuroendocrinología.
3 cambios de hábitos para una andropausia saludable
Reskala, director de Biaani México, plataforma de salud y bienestar, apuesta por una serie de cambios de hábitos de vida para mantener una buena salud y llegar en un estado óptimo a la andropausia. ¿Cómo lograrlo?
1. Hombres deberían orinar sentados
Según el especialista, en occidente tenemos el paradigma de que las mujeres deben orinar sentadas y los hombres parados, esto es un prejuicio, asegura Reskala: “si los hombres orináramos sentados desde niños, ejerceríamos menos presión en nuestro músculo prostático a lo largo de nuestras vidas y se presentarían menos problemas de próstata en la edad adulta.
Al orinar parados se fuerza el músculo de la próstata, el cual termina con el tiempo por inflamarse. Orinar de pie es una costumbre occidental, asegura el especialista, “en el medio y lejano oriente los hombres lo hacen sentados y como consecuencia, en esos países, hay menos casos de cáncer de próstata”.
“Por eso, a partir de los 40 años es necesario hacerse anualmente un estudio de Antígeno Prostático Específico (PSA por sus siglas en inglés), primero el de sangre y de ser necesario el de tacto rectal con un urólogo. Pero en realidad, el orinar sentados para que el músculo esté relajado, ordenar la alimentación y evitar el sedentarismo serviría de mucho para evitar problemas prostáticos”, comenta.
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2. No combinar proteínas con carbohidratos
De acuerdo con Reskala, otra afección común en los hombres maduros es el ácido úrico alto (la llamada “Gota”). “Se tiene la errónea idea generalizada de que es a causa de un gran consumo de proteína de origen animal, en especial de carne.
Pero no es correcto, es por combinar las proteínas con carbohidratos los cuales nunca deberían ser ingeridos juntos pues causan una pésima reacción bioquímica en el organismo, causante de un sin fin de padecimientos”, afirma el especialista.
Todas las proteínas se rompen durante el proceso de digestión y se convierten en aminoácidos que son fundamentales para la nutrición de nuestras células. Al no poderse absorber de forma correcta (por haberse consumido la proteína junto con los carbohidratos), los aminoácidos se convierten en nitrógeno y éste en ácido úrico.
#Testosterona: A partir de los 50 años esta situación puede originar la aparición de la conocida “andropausia“. Aunque muchos hombres no son diagnosticados ¿Quieres saber más? Sigue leyendo👇https://t.co/lhy3rO7dhu
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3. Disfunción eréctil relacionada con el estilo de vida
Tanto la disfunción eréctil como los problemas vasculares son comunes durante la andropausia, asegura Reskala. “Ambos están ligados a una mala alimentación y al sedentarismo, evitarlo mantiene una buena salud vascular, mejora el estado anímico y evita la disfunción eréctil pues ayuda a regularizar la recaptación de testosterona.
“Una caminata de 30 minutos 2 o 3 veces a la semana es suficiente”, dice el especialista, quien además recomienda consumir aminoácidos que ayudan a regularizar la testosterona mejorando así la erección. Se pueden obtener a través de la ingesta de proteína de origen animal:carne de res, pescado, pollo y huevos (carne de cerdo, mariscos y lácteos no son recomendables).
Reskala comenta que tampoco es recomendable consumir hormonas artificiales como DHEA, que pueden llegar a ser muy peligrosas, “gente que las consumen desde jóvenes, suelen presentar disfunción eréctil temprana”, indica el naturópata.