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Aire acondicionado propaga COVID-19 en interiores: estudio

Hablar y respirar puede ser más peligroso que incluso toser de forma moderada.

Aire acondicionado propaga COVID-19 en interiores: estudio
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El invierno se acerca y la comunidad científica espera que más gente pase más tiempo en interiores, y aunque esto podría significar menos exposición al SARS-CoV 2, esto no es así, o eso sugiere un estudio de la Universidad de Cambridge que advierte que el aire acondicionado propaga la COVID-19.

El trabajo publicado esta semana en Journal of fluid mechanics revisa cómo el aire acondicionado propaga la COVID-19 en interiores, al grado de volverse un verdadero factor de riesgo para las semanas siguientes, según las autoridades de salud.

Para llegar a las conclusiones, los investigadores analizaron cómo fluye el aire en interiores y cuantas partículas de saliva pueden circular de esta forma. La conclusión fue contundente: el aire acondicionado propaga la COVID-19.

El invierno es un factor

El estudio sobre la forma en la que el aire acondicionado propaga la COVID-19 se llevó a cabo ya que pronto iniciarán las fiestas de invierno y la gente tiende a estar más tiempo en lugares cerrados y sin usar el cubrebocas por no sentirse expuestos.

Sin embargo, los investigadores de la Universidad de Cambridge advirtieron que estar mucho tiempo en un lugar encerrado con aire acondicionado aumenta el riesgo de contagio por la forma en la que fluye el aire en las habitaciones y la cantidad y tamaño de partículas de saliva que flotan.

De hecho, los investigadores creen que el factor del contagio es el tiempo de exposición al virus y las actividades que se realizan porque, contrario a lo que se cree, acciones como respirar, hablar y cantar pueden esparcir más cantidades de partículas de saliva que incluso toser durante varios minutos.

“Bajo circunstancias normales, la cantidad acumulada de bioaerosol producida por violentos eventos intermitentes de tos y estornudos de baja frecuencia es mucho menor a la que se registra cuando se respira o se habla”, se lee en el paper.

 

“Comparado con una persona que tose intermitentemente cada minuto, en el mismo periodo el simple acto de respirar o hablar produce 10 veces más de exhalaciones”.

De hecho, los investigadores sugieren que hay suficiente evidencia no sólo para decir que el aire acondicionado propaga la COVID-19, sino que también los pacientes asintomáticos o presintomáticos no deben salir de casa debido a que el riesgo de transmisión al hablar o respirar es alto.



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