Aproximadamente ocho de cada 10 familias sufren problemas antes y durante el sueño de la noche, por inquietudes de sus hijos. Claro, aún no se establece un horario específico para que duerman, a muchos padres les cuesta trabajo comenzar a desarrollar hábitos en sus pequeños.
Otro debate es que al pasar las horas, en plena madrugada, los niños despiertan por hambre, algún malestar, el pañal mojado, entre otros factores. Después de atender estos menesteres, papá y mamá pasan largas batallas para lograr conciliar el sueño de sus hijos.
Bueno, para comenzar a poner fin a tanto sufrimiento, Zzleep My Baby ofrece un listado de recomendaciones, que también pueden ayudar para iniciar el proceso de rutinas y hábitos que se pueden inculcar desde sus primeros pasos.
Hijos recién nacidos
Cuando acaban de llegar a la familia, los principales motivos por los que despiertan son: molestias por gases, sienten su pañal mojado, tiene frío o calor. Así que el primer consejo es alimentarlos cada que despierten; cambiar el desechable en caso de que realmente esté muy mojado; asegurarse que su digestión se lleve a cabo 30 minutos después de comer y procurar que duerman con ropa cómoda para la época.
Al año
A esta edad se les sigue amamantando, pero hay más factores que les quitan el sueño como no sentir su chupón o porque tienen sed. Quien tiene hijos de un año, es necesario que tengan un horario exclusivo para tomar pecho, sin embargo, lo mejor es quitárselo en la noche. Después de su cena deben tomar suficiente agua y es el momento indicado para alejarlos del chupón.
2 años en adelante
En esta etapa han creado apego ya sea a mamá o a papá, entonces, si no se encuentran cerca, difícilmente lograrán dormir. Lo peor, es cuando despiertan y corren a meterse a la cama del matrimonio. Otro problema, es cuando necesitan de un abrazo o tienen miedo por algo que vieron en la televisión o en sus tablets.
A los hijos hay que mantenerlos alejados lo más posible de toda tecnología si no es necesaria a su edad y reforzar su seguridad con explicaciones sencillas y ejemplos. Cuando lleguen a la habitación de los padres, hay que regresarlo a la suya, aplicando la regla de premios y consecuencias.
El apego requiere de un proceso de trabajo con los hijos, así que lo más recomendable es trabajar con un especialista, quien puede aconsejar qué dinámicas seguir para corregir este punto.
