De acuerdo con información de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), actualmente se registran en la capital cuatro divorcios, por cada 10 matrimonios, una cifra que se espera incremente a consecuencia del aislamiento provocado por la pandemia.
Durante la conferencia “Divorcio en la Ciudad de México”, organizada por la Máxima Casa de Estudios, el número de disoluciones de tipo administrativo aumentó de 5 mil 436 a 13 mil 968, en un periodo comprendido entre 1994 y 2018.
Durante el mismo tiempo también se registró el crecimiento de los divorcios judiciales, de 16 mil 866 pasaron a 121 mil 636, afirmó Alejandra Macías Estrella, catedrática de la Facultad de Derecho de la UNAM.
La especialista explicó que en el país existen dos tipos de divorcios, que son los que mencionamos anteriormente, los cuales a su vez se subdividen en unilaterales y bilaterales.
Características de los Divorcios
En el caso de los divorcios judiciales, recordó que en 2008 se realizaron reformas en esta materia, teniendo como antecedente el Artículo 86 de la Ley 30 del Código Civil Español.
En este se indica que para solicitar un divorcio judicial se debe establecer un convenio donde ambos cónyuges estén de acuerdo; puede ser presentado por los dos o por uno, pero siempre con el consentimiento del otro.
“Sin embargo, en México hicimos una mala copia de este artículo, dejándolo en nuestro Código Civil como que si un divorciante desea unilateralmente promover el juicio de divorcio, se podrá dar”, precisó.
Sobre el divorcio administrativo indicó que debe tramitarse ante el Juez del Registro Civil, para que se celebre, ambos cónyuges lo deben convenir.
Además hay otros requisitos como estar casados por separación de bienes; que la mujer no se encuentre embarazada: no tener hijos en común, de lo contrario, estos deben ser mayores de edad y que ninguna de las partes requiera alimentación.
Macías Estrella concluyó que existen dos situaciones que pueden poner fin al divorcio: la reconciliación mientras transcurre el proceso mientras que no haya sentencia ejecutoriada, o en caso de muerte de uno de los divorciantes.
